Aceite de oliva: cuál es el consumo recomendado de este aliado en la prevención del alzheimer, según Harvard

Aceite de oliva. Foto: Unsplash.

El aceite de oliva, un ingrediente básico en muchas dietas mediterráneas, fue reconocido por sus múltiples beneficios para la salud a lo largo de los años. Uno de los más recientes descubrimientos relacionados con este aceite es su potencial para reducir el riesgo de Alzheimer, una forma de demencia que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard y presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición en 2023 estableció una relación entre la dieta y la demencia. Según esta investigación, una dieta saludable que incluya el consumo regular de aceite de oliva podría tener un impacto significativo en la prevención o ralentización del progreso de enfermedades como el Alzheimer.

Aceite de oliva. Foto: NA.

Anne-Julie Tessier, becaria postdoctoral de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, destacó la importancia de elegir este aceite sobre grasas menos saludables. “Optar por el aceite de oliva, un producto natural, en lugar de grasas como la margarina y la mayonesa comercial es una elección segura y puede reducir el riesgo de demencia mortal”

Los antioxidantes presentes en el aceite de oliva son clave en este proceso. Según Tessier, estos compuestos pueden atravesar la barrera hematoencefálica y tener un efecto directo en el cerebro, lo que podría explicar parte de su capacidad para prevenir el deterioro cognitivo asociado con el Alzheimer y otras formas de demencia.

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¿Cuánto aceite de oliva se necesita para obtener estos beneficios?

Aunque no existe una cantidad exacta recomendada, varios estudios demostraron que incluso un consumo moderado de aceite de oliva virgen extra puede tener efectos positivos en la salud cerebral. Sin embargo, una ingesta diaria recomendada es de tres a seis raciones.

Aceite de oliva. Foto: Unsplash.

Un informe publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH) del Centro Nacional de Información Biotecnológica citó varios ensayos controlados aleatorios que respaldan la idea de que el aceite de oliva puede mejorar la función cognitiva y reducir el deterioro asociado con el envejecimiento.

Además de sus beneficios para la salud cerebral, el aceite de oliva también ofrece una serie de ventajas para la salud en general. Estos incluyen la protección contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular.

Su alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados lo convierten en una opción saludable para elevar los niveles de colesterol HDL (el "bueno") y reducir el colesterol LDL-c (el "malo"). También se asoció su consumo con el control de la hipertensión arterial, la prevención de la trombosis y la reducción del riesgo de diabetes.