Desde el inicio de la guerra en Europa del Este, Vladimir Putin acusó al Gobierno ucraniano de ser una banda de "drogadictos y neonazis". La verdad y la explicación detrás de esta historia.
Cuando en febrero de 2022 Vladimir Putin ordenó la invasión rusa contra Ucrania, sorprendió al mundo entero. Pese a que el exagente de la KGB esgrimió como argumento excluyente su intención de desarmar el aparato militar ucraniano ante la alarmante presencia de las fuerzas de la OTAN cerca de la frontera; la realidad demostró que el encono iba mucho más allá y también tenía otras motivaciones.
Fue el momento elegido por el presidente de la Federación Rusa para señalar con el dedo al país vecino bajo la dura acusación, según sus palabras, de ser "una banda de drogadictos y neonazis". No muchos dieron crédito a esa verborrágia misilística, aunque -sin embargo- había una debida explicación para atreverse a tanto.
Putin hablaba, sin llegar a mencionarlo; del Batallón Azov, un grupo militar de violentos, sectarios y racistas de extrema derecha, fundamentalistas de la supremacía blanca; que es otro de los brazos armados de la Guardia Nacional de Ucrania, dependiente del Ministerio del Interior del gobierno de Kiev.
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El emblema del Batallón Azov es toda una declaración de principios. La bandera, con los colores típicos de le enseña ucraniana lleva en su centro una runa Wolfsangel, un símbolo heráldico alemán que se inspiró en una antigua trampa para lobos, la cual consistía en dos piezas de metal unidas mediante una cadena. De hecho, Wolfsangel significa eso mismo: trampa para lobos. Otros nombres que se le daban en alemán eran Wolfsanker ("ancla para lobos") o Wolfsjagd, símbolos que todavía se pueden ver en escudos de armas de municipios de la actual Alemania.
En la antigüedad, muchos creían que esta legendaria runa tenía poderes mágicos, y se transformó de inmediato en símbolo de la libertad y la independencia luego de su adopción como emblema de la Rebelión de los Campesinos en el siglo XV contra la opresión de los príncipes Germánicos y sus mercenarios.
La Wolfsangel fue utilizada por el Partido Nazi. En la Segunda Guerra Mundial la exhibíanvarias divisiones militares, entre estas las Waffen-SS.
El emblema del Batallón Azov también incluye al símbolo del Sol Negro, un tipo de rueda solar (en alemán: sonnenrad) originario de la Alemania nazi y empleado posteriormente por neonazis y otros grupos de extrema derecha. El diseño del símbolo consiste en doce runas radiales, similares a los símbolos empleados por las SS. Las runas fueron y son usadas por el nazismo y sus adeptos en todo el mundo, sobre todo por grupos supremacistas que buscan establecer un futuro "orden blanco".
A lo largo de la historia fueron muchas las agrupaciones que la utilizaron, entre ellas las "Juventudes Hitlerianas", cuyo principal objetivo era el de adiestrar a los jóvenes alemanes, con entrenamiento militar llevándolos a la obediencia de la ideología nazi. Sus principios ineludibles eran el racismo, el nacionalismo, la destreza física, el entrenamiento de neto corte militar, la camaradería entre sus integrantes, la vida al aire libre, y la invocación a la sangre y el honor, tras la quimérica idea de formar líderes y "hombres de bien", según su criterio.
La principal base de operaciones del Batallón Azov está en la ciudad de Mariúpol, sobre las costas del mar de Azov; un sitio emblemático para ellos dado que fue el lugar donde -en 2014- pudieron frenar el avance de las milicias de la República Popular de Donetsk en dos oportunidades. En sus misiones cuentan con el apoyo de voluntarios afines a su pensamiento y otros partidos de extrema derecha, como PravySector y Svoboda. Ante este escenario, la reputación nazi que se ganaron los Azov no se limita a los supuestos "delirios" de Putin, quien también usa estos argumentos para justificar y extender el avance de su maquinaria bélica por el Este de Europa. El Batallón supo construir su propio perfil, que enciende las alarmas y merecería el repudio del mundo entero.
El primer comandante del Batallón Azov fue Andriy Biletsky, uno de los líderes de Cuerpo Nacional, una violenta agrupación política de extrema derecha con la que ganó un escaño en la Rada Suprema (el parlamento de Ucrania) en 2014; un mandato que no logró revalidar en las siguientes elecciones, una vez integrado al partido Svoboda, ultranacionalista y que tiene como máximo referente histórico a Stepan Bandera.
Bandera fue considerado como un auténtico criminal de guerra, colaboracionista con la ocupación nazi de Ucrania en tiempos de la Segunda Guerra Mundial que, luego se puso decididamente en contra del bando de los alemanes, tras lo cual fue deportado a un campo de concentración, aunque pudo sobrevivir. Pero pese a haberse enfrentado a los nazis sobre el final de la guerra, los soviéticos lo tenían en la mira y la KGB se encargó de asesinarlo en 1959, en la ciudad alemana de Munich.
Hoy, los ultraderechistas ucranianos no dudan un instante en reconocerlo y homenajearlo como a un verdadero héroe nacional de su país.
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Nota: El artículo no expresa ideología política, solo investigación histórica y periodística.