¿Las mascotas pueden sonreír?: qué dice la teoría de Darwin sobre las emociones de los animales

Las expresiones faciales de los perros no son similares a las de los humanos. Foto: Unsplash.

La expresión facial en los seres humanos y en el reino animal fue objeto de interés constante a lo largo de la historia. En noviembre de 1872, el renombrado biólogo y naturalista británico Charles Darwin (1809-1882), escribió una serie de libros que abordaban la evolución de las especies y su comportamiento.

Según la Universidad de Glasgow en el Reino Unido, uno de los trabajos más notables de Darwin, "La expresión de las emociones en el hombre y en los animales", publicado en 1872, fue una de las primeras obras científicas que utilizó ilustraciones fotográficas, y se convirtió en un éxito de ventas en su época.

Sin embargo, al igual que su obra anterior, "El origen de las especies" (publicada un año antes), esta obra también generó controversia en su tiempo. La universidad británica señaló que, en el siglo XIX, las opiniones eran distintas a las actuales, y aunque la teoría evolutiva de los animales había sido aceptada por la ciencia, extender esta teoría a los humanos era considerado un paso "audaz" en ese contexto. La humanidad en ese período estaba bajo el dominio de la teología en lugar de la ciencia, según el documento de la Universidad de Glasgow.

Los perros son capaces de expresar, mediante su rostro, distintas emociones. Foto: Unsplash.

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¿En qué consiste la teoría darwiniana de los gestos faciales?

Para convencer a los escépticos de la época, Charles Darwin reunió una gran cantidad de evidencia y la plasmó en sus escritos, lo que, con el tiempo, se convirtió en un avance para la biología. En su obra de 1872, Darwin argumentó que los sentimientos internos tanto de los seres humanos como de los animales se manifiestan de manera similar a través de la contracción muscular en el rostro.

Por ejemplo, el estudio de la Universidad de Glasgow señala que tanto los animales como los humanos fruncen los labios cuando están concentrados. La ira, por otro lado, provoca la contracción de los músculos alrededor de los ojos, a menudo acompañada de mostrar los dientes. Además, cuando un ser vivo presta atención a un sonido, su boca tiende a abrirse. Estas observaciones proporcionaron a Darwin evidencia concreta de la conexión evolutiva entre los seres humanos y los animales.

En 1872, cuando se publicó "La Expresión", Charles Darwin se convirtió en una de las figuras más respetadas en el mundo de la filosofía natural. Con esta obra, que vendió alrededor de 9.000 copias en su siglo, culminó su viaje de cinco años a bordo del HMS Beagle, un barco británico de la época.

Los animales pueden reflejar lo que sienten. Foto: Unsplash.

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Los perros pueden sonreír y expresar alegría

Casi 150 años después, un estudio publicado en febrero de 2023 por la revista científica Nature afirma que los perros domésticos no solo expresan su estado de ánimo a través de gestos faciales, sino que también pueden comprender los gestos faciales humanos.

Según la investigación, los animales no ocultan sus expresiones y son capaces de reflejar auténticamente lo que sienten, a diferencia de los humanos, que pueden ocultar y disimular sus emociones. El estudio titulado "Reconocimiento de expresiones faciales de perros domésticos basado en una red neuronal convolucional y un algoritmo de optimización mejorado" analizó una base de datos con 315 expresiones faciales de perros domésticos, demostrando que los perros pueden expresar diversas emociones a través de sus rostros, como la neutralidad, la felicidad, la tristeza, la ira y el miedo.

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La sonrisa de las mascotas es única

A pesar de que existen más estudios cuantitativos sobre la expresión facial humana, el reconocimiento de gestos y expresiones en animales plantea desafíos debido al limitado conocimiento existente. Esto se debe a la variabilidad en razas de perros, comportamientos y personalidades.

Los perros son animales emocionales. Foto: Unsplash.

En este contexto, otro documento publicado en noviembre de 2017 en Nature señala que los perros muestran movimientos faciales diferentes a los humanos cuando experimentan emociones similares. Esto implica que las expresiones faciales de los perros no pueden interpretarse de la misma manera que las de los humanos en términos de significado emocional.

Debido a la relación única entre perros y humanos, dos especies altamente sociales, pero evolutivamente distantes, etiquetar una expresión facial canina como "feliz" resulta demasiado simplista y carece de significado en la comparación entre especies, según el estudio científico.

En lugar de una única expresión de felicidad, los animales utilizan una amplia gama de movimientos faciales para comunicar sus emociones, al igual que los humanos, demostrando una flexibilidad sorprendente en su musculatura facial.