Creado en Japón tras la Segunda Guerra Mundial, el método Kaizen permite con pequeños esfuerzos cambios radicales en la vida de las personas.
Por Canal26
Lunes 22 de Julio de 2024 - 09:57
El método Kaizen, que tiene su origen en Japón, busca que la persona pueda adoptar nuevos hábitos sin tener que esforzarse en demasía, pero que representen un cambio sustancial en su vida.
Su traducción es "mejora continua" y está orientado a aumentar la productividad mediante pequeños hábitos diarios. Así, las mejoras graduales y constantes son la clave del método Kaizen.
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Esta técnica de origen japonés refiere a un sistema de mejora continua, donde los pequeños cambios resultan la clave para alcanzar beneficios a largo plazo.
La palabra Kaizen de por sí explica qué significa: está compuesta por dos sinogramas de escritura japonesa que significan “bueno” y “cambio”.
Kaizen se originó en este país asiático luego de la Segunda Guerra Mundial y en principio se aplicó casi de forma exclusiva al ámbito empresarial. Con el correr de los años, este método ha visto avances en el ámbito personal. La clave radica en las mejoras graduales que se acumulan conforme va pasando el tiempo.
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Si hay algo con lo que cuenta esta técnica es de simplicidad y efectividad. Simplicidad porque no es necesario realizar modificaciones radicales para notar cambios positivos y efectividad porque si se la aplica de forma correcta, las modificaciones son notables.
La introducción de hábitos de forma gradual posibilita vencer la resistencia al cambio y esto aumenta las probabilidades de mantenerlo a lo largo del tiempo. La metáfora/analogía que se aplica para explicar esto es sembrar una semilla, verla desarrollarse y crecer hasta convertirse en una planta.
Así, el método Kaizen puede aplicarse a distintos beneficios personales, tales como mejorar físicamente, realizando pocos ejercicios al día para sentirse más saludable, pero con el correr de los días y meses ayudarán a incorporar gran cantidad de repeticiones sin notar un esfuerzo abrumador.
Lo mismo se puede aplicar a la dieta: si se quiere mejorar lo que se come, no es necesario sustituir comidas radicalmente, sino más bien, ir cambiando algunos hábitos alimenticios de manera paulatina.
La productividad laboral y personal también puede verse mejorada con el método Kaizen. Si se tiene por delante una tarea monumental, comenzar con cosas pequeñas y completarlas. Por ejemplo, si hay que escribir un informe muy largo y complejo, se puede empezar con dejar plasmado el primer párrafo, e ir continuándolo y completándolo conforme pasa el tiempo.
Respecto al estudio, pasa algo similar: de nada sirve leer un texto larguísimo a las apuradas y todo junto. Siempre la técnica gradual de ir leyendo de a poco ayudará a asimilar mucho mejor los conocimientos.
Si a los aspectos emocionales se refiere, dedicar unos minutos por día a enviar un mensaje afectuoso o para saber de alguien puede contribuir notablemente a mejorar esas relaciones y generar vínculos más sólidos.
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