Una reciente investigación menciona una conexión entre los aparatos auditivos y la esperanza de vida, que podría incrementarse hasta un 25% en los pacientes que los utilizan a diario.
Por Canal26
Miércoles 3 de Enero de 2024 - 21:36
La pérdida de audición es una problemática que afecta a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el 2050, unas 2.500 millones de personas tendrán algún grado de pérdida auditiva. Un punto que resulta alarmante es que el promedio de edad de esta afección está a la baja. En este sentido, la utilización de los audífonos puede ser de gran ayuda.
Según los datos de la Asociación Nacional de Audioprotesistas de España (ANA), solo el 39% de las personas que sufren problemas de audición utilizan audífonos. “Es un error muy grande no utilizar audífonos, ya que su uso podría mejorar significativamente la expectativa de vida”, señaló la doctora Janet Choi, otorrinolaringóloga del Instituto Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California.
La profesional mencionada llevó adelante un estudio que trabajó sobre la asociación entre el uso de audífonos y la mortalidad en Estados Unidos. El mismo señala que los adultos con problemas de audición revelan su riesgo de mortalidad en un 25% con respecto a los que deciden no colocárselos.
“Son resultados prometedores porque sugieren que los audífonos pueden desempeñar un papel protector en la salud de las personas y prevenir las muertes prematuras”, explicó Choi en charla con El País. Además, otros estudios previos también señalan que la falta de tratamiento ante fallas en la audición puede decantar en la disminución en la longevidad.
Con respecto a Estados Unidos, solo una de cada 10 personas que necesitan de estos dispositivos los utilizan. “Existen muchas barreras asociadas con los audífonos. El costo y la falta de cobertura de seguros médicos son factores importantes. Pero también hay mucho estigma asociado con la pérdida auditiva y su uso”, explicó la experta.
“Muchas personas consideran la pérdida auditiva como una discapacidad que no quieren mostrar a los demás que están usando audífonos. Pero creo que esta es una condición en la que obtienes más ayuda y tienes una mejor calidad de vida cuando compartes con tu familia y amigos que tienes pérdida auditiva”, insistió.
Para llevar a cabo este estudio, el equipo de investigadores de Choi analizó la información previamente recopilada por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, realizada entre 199 y 2012. Entre los 10.000 adultos mayores de 20 años que accedieron a realizarse pruebas de audiometría y a responder una encuesta sobre el uso de audífonos, se identificó un total de 1.863 adultos con pérdida auditiva.
Del total encuestado, solamente 237 personas afirmaron utilizar audífonos al menos una vez a la semana, por cinco horas o durante la mitad del tiempo en la que permanecen despiertos. Por otro lado, el grupo restante alegó no haber recurrido nunca al uso de este tipo de dispositivos, o de utilizarlos menos de una vez al mes.
Con los datos obtenidos y luego de monitorear durante una década la tasa de mortalidad de los participantes, los expertos destacaron que aquellas personas que habían utilizado audífonos de manera regular contaban con un riesgo de morir un 25% menor en comparación a quienes nunca los usaron. Además, hallaron que no existe una diferencia en el riesgo de muerte entre quienes usan los audífonos de vez en cuando y los que nunca los utilizan, por lo que su uso "cada tanto" podría no ser suficiente para vivir durante más tiempo.
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Aunque el estudio no indagó en las razones detrás del potencial impacto positivo de los audífonos en la mejora de las expectativas de vida de quienes los necesitan, varias investigaciones recientes vincularon el uso de estos dispositivos con una disminución en los niveles de depresión y demencia. “Las mejoras en la salud mental y cognitiva que se logran con una mejor audición pueden fomentar una salud general más robusta, lo que a su vez podría prolongar la esperanza de vida”, señaló.
Otra explicación posible es la relación entre la pérdida de audición y el síndrome de fragilidad, una afección vinculada al envejecimiento y caracterizada por la notable vulnerabilidad en los individuos mayores que experimentan declive físico y cognitivo.
El Dr. Luis Lassaletta, presidente de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, reconoció la importancia de este estudio al asociar la pérdida de audición con una mayor fragilidad en quienes la experimentan. El doctor destacó que la pérdida de audición en las personas mayores conlleva un deterioro en varios aspectos de su calidad de vida, especialmente en el ámbito cognitivo.
Además, señaló que este estudio sugirió que, dependiendo del grado de pérdida, es posible revertir este deterioro mediante el uso de audífonos o implantes cocleares, no solo para mejorar la calidad de vida, sino también para influir positivamente en el riesgo de muerte.
“En las personas mayores, la pérdida de audición supone un deterioro en muchos aspectos de su calidad de vida y sobre todo del estado cognitivo”, insistió Lassaletta. “Este estudio nos sugiere que, dependiendo del grado de pérdida, es posible revertir este deterioro con audífonos o con implantes cocleares no solamente para mejorar la calidad de vida, sino también para mejorar o reducir la mortalidad”.
No obstante, los autores del estudio reconocieron ciertas limitaciones y sesgos que no pudieron eliminarse y que podrían afectar los resultados de la investigación. Por ejemplo, el nivel socioeconómico de los participantes, un factor crucial para acceder a dispositivos auditivos es mencionado como un factor determinante.
Jacinto García Lorenzo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del hospital del Mar de Barcelona, señaló que es razonable suponer que las clases más acomodadas utilizan audífonos con mayor frecuencia debido a su elevado costo, especialmente en países sin un sistema de salud pública como Estados Unidos. Sin embargo, enfatizó que la investigación confirmó la noción conocida de que el uso de audífonos mejora la conexión auditiva con el entorno, y, por ende, mejora la calidad de vida de quienes los utilizan.
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