Más allá de un hábito "inofensivo": el significado real de morderse los labios

Cuando el hábito de morderse los labios pasa a ser un trastorno nervioso se le denomina “dermatofagia”. Foto: Unsplash.

Morderse los labios, un gesto comúnmente asociado con el deseo, puede revelar más sobre el estado emocional de lo que se pensaba. Además de ser una connotación sensual, esta acción también puede indicar ansiedad, aburrimiento o nerviosismo. En casos más graves, cuando la frecuencia de morderse los labios provoca llagas y afecta significativamente la vida diaria, puede clasificarse como un "comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo".

La Dra. Barbara O. Rothbaum, profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory y miembro de la junta directiva de la Fundación TLC para Comportamientos Repetitivos Centrados en el Cuerpo, explicó que, para considerarse un trastorno, este hábito debe causar algún tipo de deterioro en el funcionamiento de la persona.

El estrés y la ansiedad pueden provocar dermatofagia. Foto: Unsplash.

Aunque morderse los labios generalmente se percibe como un hábito inofensivo, similar a morderse las uñas o arrancarse el cabello, puede convertirse en un problema real cuando interfiere con la capacidad de interactuar socialmente, trabajar o participar en actividades cotidianas.

En este sentido, Rothbaum señaló que todos pueden haber experimentado el acto de morderse los labios en algún momento como un hábito nervioso, pero es cuando este comportamiento se vuelve debilitante que se convierte en un asunto más serio.

Los comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo, en general, tienden a surgir como mecanismos de distracción o autoconsuelo frente a la ansiedad. Si una acción, como morderse los labios, proporciona alivio, es probable que la persona repita el comportamiento, incluso de manera inconsciente.

La experta focalizó en la conexión existente entre el acto de morderse los labios y la sensación de dolor, la cual puede actuar como un refuerzo negativo, distrayendo a la persona de la ansiedad subyacente.

Los hábitos centrados en el cuerpo pueden comenzar como una forma de calmarse o distraerse de la ansiedad. Foto: Unsplash.

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¿Cómo puede abordarse el hábito de morderse los labios? 

El primer paso es ser consciente del comportamiento cuando ocurre. Documentar las emociones asociadas, identificar los desencadenantes y estar preparado para los momentos propensos a morderse los labios son estrategias clave. La Dra. Rothbaum sugiere llevar un registro de las sensaciones para rastrear patrones y reconocer cuándo es necesario estar más alerta.

En última instancia, comprender las raíces y consecuencias de morderse los labios va más allá de considerarlo simplemente un hábito. La atención y la intervención son esenciales para aquellos que encuentran que este comportamiento afecta negativamente su calidad de vida.