La ciencia responde: por qué algunas personas sufren el frío más que otras

La percepción del frío es un fenómeno complejo que está influenciado por múltiples factores. Comprender estos aspectos no solo ayuda a adaptarse mejor a las bajas temperaturas, sino que también es crucial para proteger la salud durante los meses fríos.

Por Canal26

Sábado 24 de Agosto de 2024 - 07:30

Frío polar en el AMBA. Foto: NA Frío polar en el AMBA. Foto: NA

Cuando llega el invierno, es común observar cómo algunas personas parecen ser más resistentes a las bajas temperaturas. Esta diferencia en la percepción del frío fue objeto de numerosos estudios científicos, que buscan entender por qué algunos individuos sienten más frío que otros, independientemente de su género.

Un reciente estudio, publicado en abril de 2024 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, investigó sobre este fenómeno, destacando la importancia del tamaño y la composición corporal en la percepción del frío de cada persona.

Ola de frío. Foto: NA Ola de frío. Foto: NA.

Según los investigadores, las personas con mayor masa muscular y cuerpos más grandes tienen una mayor capacidad para quemar calorías en reposo, lo que les permite mantener una temperatura corporal más estable. Este aspecto es crucial, ya que la capacidad de generar calor interno es esencial para enfrentar las bajas temperaturas.

Sin embargo, la presencia de grasa corporal, aunque actúa como aislante térmico, puede tener un efecto contraproducente en la distribución del calor. La grasa, al actuar como una barrera, puede impedir que el calor generado en el núcleo del cuerpo se distribuya eficazmente hacia las extremidades, lo que resulta en una sensación de frío en manos y pies, aun cuando el cuerpo central se mantenga cálido.

Este estudio resaltó que la percepción del frío no solo afecta el confort personal, sino que también puede tener un impacto en la salud y la productividad de las personas. Por ejemplo, un entorno de trabajo demasiado frío puede reducir la concentración y la eficiencia, mientras que el frío extremo puede desencadenar problemas de salud como la hipotermia.

Manos, invierno, nieve. Foto: Unsplash Manos, invierno, nieve. Foto: Unsplash.

Café, infusión, cafeína. Foto: Pixabay.

Te puede interesar:

Hábito saludable: mezclar el café con ciertos condimentos puede proteger tu salud cerebral

¿Las mujeres suelen tener más frío que los hombres?

En cuanto a las diferencias de género, aunque comúnmente se piensa que las mujeres son más susceptibles al frío que los hombres, la realidad es más compleja. Boris Kingma, un especialista en rendimiento térmico humano del Instituto Holandés de Tecnología Aplicada, sostiene que las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la preferencia de temperatura son mínimas y están más influenciadas por factores como la actividad física y la vestimenta, en lugar de por el género.

Un estudio complementario realizado por los Institutos Nacionales de Salud, también publicado en PNAS, respaldó esta afirmación. Según los resultados, la interacción entre la tasa metabólica, la superficie corporal y el porcentaje de grasa corporal juega un papel fundamental en la preferencia térmica individual. 

Frío, invierno, temperatura. Foto: Unsplash Frío, invierno, temperatura. Foto: Unsplash.

Esto significa que dos personas con tasas metabólicas similares tendrán una percepción del frío comparable, independientemente de su género o edad. A su vez, los expertos brindaron algunas recomendaciones para mitigar los efectos del frío.

  • Vestir varias capas de ropa que puedan ajustarse según la temperatura y el nivel de actividad es fundamental para manejar el calor corporal.

  • Incrementar la ingesta de alimentos ricos en calorías y grasas saludables puede ayudar a aumentar la tasa metabólica y, por ende, la producción de calor interno.

  • Mantenerse activo físicamente también es clave, ya que el ejercicio no solo aumenta la tasa metabólica, sino que también mejora la circulación sanguínea, reduciendo la sensación de frío en las extremidades.

  • Controlar la humedad y la ventilación en espacios cerrados es esencial para evitar que la humedad excesiva y la falta de ventilación amplifiquen la sensación de frío.

Notas relacionadas