Los tumores cerebrales, que consisten en una masa o crecimiento de células anormales en el tejido cerebral, pueden surgir en cualquier etapa de la vida y su período de desarrollo varía.
Por Canal26
Miércoles 20 de Marzo de 2024 - 14:25
Los tumores cerebrales son una realidad médica compleja que puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de su vida. Sin embargo, lo que los hace aún más desafiantes es el enigma que rodea su tiempo de desarrollo y cómo se manifiestan.
Desde dolores de cabeza persistentes hasta cambios en la visión y el comportamiento, estos síntomas pueden ser indicativos de la presencia de un tumor cerebral, pero su evolución y características varían ampliamente entre sus tipos y sus tratamientos específicos.
Te puede interesar:
Hábito saludable: mezclar el café con ciertos condimentos puede proteger tu salud cerebral
El proceso de desarrollo de un tumor cerebral puede ser tan breve como unos pocos meses o extenderse durante varios años. Esta discrepancia temporal depende en gran medida de la naturaleza del tumor, ya sea maligno o benigno. Los tumores malignos tienden a crecer más rápidamente, mientras que los benignos pueden desarrollarse de manera más lenta y menos agresiva.
Una de las mayores preocupaciones en el manejo de los tumores cerebrales es la detección temprana. Los síntomas, que pueden ser sutiles al principio, incluyen dolores de cabeza severos y persistentes, problemas visuales y auditivos, náuseas, convulsiones, debilidad muscular y cambios en el comportamiento.
Estos signos pueden indicar la necesidad de una evaluación médica detallada para descartar o confirmar su presencia. Los más comunes son los siguientes:
Te puede interesar:
Adaptarse al calor: los ejercicios ideales para que las personas mayores se mantengan en actividad durante el verano
En términos de tipos de tumores cerebrales, se distinguen principalmente entre gliomas (los más comunes en adultos, como el glioblastoma), meningiomas (más frecuentes en mujeres y generalmente benignos) y metástasis cerebrales (provenientes de otros órganos). Cada tipo presenta desafíos únicos en términos de diagnóstico y tratamiento.
Te puede interesar:
Breathwork, la técnica para combatir el estrés a través de la respiración: cómo practicarlo de forma correcta
Sin embargo, su detección y diagnóstico a menudo involucran pruebas avanzadas como la resonancia magnética con contraste, resonancia funcional y espectroscopia, entre otras. Estas herramientas brindan información detallada sobre la naturaleza del tumor y guían el plan de tratamiento que tomarán los médicos.
En líneas generales, el especialista elegirá el plan de tratamiento según diversos factores como podrían ser:
En cuanto al tratamiento, la cirugía sigue siendo una opción importante para muchos casos, especialmente cuando se puede lograr una extirpación completa y segura del tumor. Sin embargo, enfoques más recientes, como la radioterapia estereotáxica y la inmunoterapia, están revolucionando el abordaje médico de estos tumores, permitiendo tratamientos más personalizados y efectivos.
1
Chau pesas: los 3 ejercicios claves para tonificar los brazos a partir de los 60 años
2
Flexiones de brazos: cuántas hay que hacer por día para fortalecer los músculos del pecho
3
Recuperar la flexibilidad después de los 40: cuatro ejercicios básicos para elongar músculos y articulaciones
4
Adaptarse al calor: los ejercicios ideales para que las personas mayores se mantengan en actividad durante el verano
5
Rico y saludable: el superalimento que fortalece los huesos y ayuda a bajar de peso