Con el aumento de las temperaturas, se vuelven más visibles los cambios en el estado de ánimo, la agresividad y los riesgos asociados a trastornos psiquiátricos.
Por Canal26
Jueves 1 de Febrero de 2024 - 09:55
Indiferentemente de su origen, ya sea el cambio climático atribuible a la actividad humana, la influencia solar u otros factores combinados, el incremento de las temperaturas y fenómenos meteorológicos atípicos son innegables en diversas regiones del mundo, en los últimos años.
Esta semana, Argentina enfrenta una alerta por temperaturas extremas en todo su territorio, con distintos niveles de riesgo en diferentes zonas, marcando un aumento medio de 6-8 grados en comparación con la semana anterior. Frente a estas condiciones, se emiten algunas recomendaciones estándar, como evitar la exposición en las horas de mayor calor, reducir la actividad física y mantenerse hidratado.
Aunque se suele enfocar en las consecuencias generales para el organismo, es crucial explorar cómo afecta el calor extremo al sistema nervioso, el comportamiento y, especialmente, a quienes tienen trastornos mentales o están bajo tratamiento psiquiátrico.
En el ámbito médico, se reconoce desde hace tiempo el impacto de las condiciones climáticas en la salud. Incluso hay características específicas para cada región, como el viento zonda en San Juan y Mendoza, que influye notablemente en el estado de ánimo, según un artículo publicado por la Sociedad Argentina de Evaluadores de Salud (SAES) llamado “Viento Zonda y salud”.
Los efectos comunes de estas condiciones extremas, como el aumento del abatimiento, la languidez, la angustia, los dolores de cabeza y la depresión, son indicativos de lo que se puede experimentar durante el calor extremo. El viento cálido y seco puede agravar cuadros depresivos, trastornos de angustia y dolores crónicos, incluso vinculándolos al aumento de crímenes, según estadísticas criminológicas.
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Un estudio de 2016 sobre tiroteos masivos en Estados Unidos durante el verano reveló un aumento de estos eventos, vinculados con índices de violencia. Además, se observó un recrudecimiento de patologías mentales como psicosis, trastornos bipolares y depresivos, de acuerdo a las estadísticas nacionales.
Un estudio más amplio, publicado en la revista JAMA, analizó 2 millones de personas durante 9 años, mostrando un aumento en las visitas a salas de emergencia por problemas de salud mental relacionados, una vez más, con las altas temperaturas.
La medicación psiquiátrica, por su lado, afecta la capacidad de termorregulación del cuerpo y aumenta la vulnerabilidad a cambios en la temperatura corporal, como la deshidratación. Esto puede llevar a síntomas como confusión mental, somnolencia y mareos, a menudo ignorados por los pacientes.
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Ante este panorama, los expertos presentan recomendaciones para afrontar el calor extremo.
Siguiendo estas indicaciones, junto con las emitidas por las autoridades de salud, es posible enfrentar de manera más efectiva los desafíos asociados al calor extremo.
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