La Iglesia Católica manifestó su preocupación por la "escalada de violencia" a raíz del narcotráfico en Rosario

La Iglesia Católica se expresó en contra del narcotráfico. Foto: Gentileza Rosario 3.

La Comisión de Pastoral Social de la Iglesia Católica comunicó su preocupación ante la "escalada de violencia sin fin" que impacta sobre Rosario. El organismo encabezado por monseñor Jorge Lugones se manifestó con pesar por la actualidad de la ciudad de Santa Fe a través de un texto publicado el pasado martes.

Allí mencionaron que la situación es provocada por "bandas de crimen organizado" que está en "expansión" y "penetra en los barrios más pobres", con "complicidades" y ante la "falta de respuestas de los distintos niveles del Estado".

A través de un comunicado titulado Las Heridas del Narcotráfico, expresaron: "En estos tiempos asistimos a un fenómeno que agrava dolorosamente esa problemática; lo que parecería ser una escalada de violencia sin fin con inusitada frecuencia en la ciudad de Rosario en la provincia de Santa Fe, donde diariamente se conocen episodios conmovedores, de lo que aparecería como crimen organizado que se cobra víctimas fatales en forma indiscriminada".

Gendarmes enviados a Rosario para la lucha contra el narcotráfico. Foto: NA.

Además, aprovecharon el texto para mencionar que "la expansión del narconegocio" tiene una "penetración muy fuerte en los barrios más pobres" de todo el país.  "Adicionalmente se advierte la vinculación que habría entre estas bandas de crimen organizado con estructuras de mecanismos de contrabando, lavado de dinero y evasión impositiva", resaltó la comisión de la Iglesia católica.

Ante un panorama de mucha violencia, explicaron que eso "debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio", a la vez que "es funcional y cómplice" quien pudiendo "hacer algo se desentiende y mira para otro lado". La Comisión que encabeza el monseñor Jorge Lugones mencionó también: "Hay que considerar que estas organizaciones criminales frecuentemente se dedican también a la trata de personas para la explotación laboral y sexual, y al tráfico de armas".

"Los Obispos argentinos manifestamos que desde hacía ya una década nos sentíamos conmovidos por el narcotráfico y su contraparte: 'los rostros sufrientes de quienes están atrapados y condenados por una de las calamidades más grandes de estos últimos tiempos, como es el consumo y las adicciones a la droga'", resaltó la Pastoral Social.