Cada 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos con el fin de concientizar sobre su importancia para el planeta. Este año se celebra bajo el lema “Despertar nuevas profundidades”.
Cada 8 de junio, desde 2008, se celebra el Día Mundial de los Océanos, luego de que la Asamblea General de las Naciones Unidas escogiera esta fecha como un recordatorio del papel crucial que estas masas de agua gigantescas desempeñan, no solo para el cuidado del planeta, sino también para las personas.
Los océanos cubren el 70% de la superficie de la Tierra y son grandes aliados a la hora de combatir la crisis climática, ya que, además de generar el 50% del oxígeno del planeta, también absorben el 25% de las emisiones de dióxido de carbono.
Sin mencionar que estos espacios son el hogar de cientos de especies marinas que actualmente se encuentran amenazadas por el calentamiento global y su impacto en los océanos, lo que puede derivar en la extinción de las especies, que padecen, entre otras cosas, el aumento de la temperatura del agua que afecta su hábitat.
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Sin dudas, el calentamiento global influye de forma negativa en los océanos de distintas formas, todas ellas preocupantes para el cuidado y la conservación de estas masas de agua que albergan la mayor parte de las biodiversidad de la Tierra. ¿Cuáles son las formas en que el cambio climático los amenaza?
El caso de los corales es preocupante, ya que actualmente atraviesan un nuevo blanqueo masivo: el cuarto con alcance global desde que hay registros y el segundo en menos de 10 años, de acuerdo con el estudio realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El blanqueamiento, consecuencia del estrés que los corales experimentan ante el cambio de temperatura, tiene consecuencias mucho más graves que las meramente estéticas, ya que provoca la expulsión de las zooxantelas, unas algas microscópicas que viven dentro de ellos y que, además de darles un color vibrante, mantienen con ellos una relación simbiótica en la que ambos se ayudan a sobrevivir.
El blanqueamiento de los corales, que se registra en hemisferio norte y sur del planeta, amenaza con volverse cada vez más frecuente y más grave como producto de otra consecuencia del cambio climático: el aumento de la temperatura de los océanos.
Sin embargo, el hábitat y la supervivencia de los corales no son lo único que preocupa a los expertos, ya que en 2023 los océanos batieron récord de temperatura más alta registrada por quinto año consecutivo, con un aumento de 0,23 en comparación al año anterior, como consecuencia de la emisión de gases de efecto invernadero, según los datos publicados por la revista científica Advances in Atmospheric Sciences.
Para comprender la importancia de fenómeno, basta con entender que el calor acumulado en el océano equivale a “hervir 2300 millones de piletas olímpicas”, de acuerdo con las conclusiones de un equipo internacional de científicos integrado por profesionales de 17 institutos de investigación de China, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia y Francia.
El aumento de zonas muertas es cada vez más alarmante, y su creación es consecuencia del calentamiento constante e intenso del mar. Se trata de cerca de 500 zonas similares a desiertos bajo el agua, en las que no hay vida animal ni vegetal, producto del poco oxígeno en el agua, que las vuelve cada vez más inhabitables.
Este fenómeno no es nuevo y data de la década del 90, e incluso desde los años 60. Las causas son múltiples: el incremento de la temperatura de los océanos que, además, provoca el aumento del nivel del mar; también por la acidificación, responsable de la falta de oxígeno; los contaminantes residuales de las diferentes industrias que desechan residuos en el mar; y la contaminación por plástico o su presencia en el agua, que afecta la vida marina.
Otro de los efectos negativos de la crisis climática en los océanos es la acidificación que tiene lugar cuando las masas de agua absorben las emisiones de dióxido de carbono (CO2), forman un ácido carbónico, que genera que el valor del pH del agua baje, ocasionando una disminución de la saturación del agua de mar con respecto a minerales carbonato como la aragonita, el cual está presente en la construcción de materiales.
Este proceso suele resultar muy peligroso para los organismos marinos que dependen de las conchas calcáreas, que se crean a partir de los minerales carbonatados, como el plancton, mejillones y corales, los cuales son la base de la cadena alimentaria en los múltiples ecosistemas marinos.
La acidificación de los océanos impacta directamente en los c
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