Alarmante: Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía brasileña, sigue cubierta por humo de los incendios

Los incendios se disparan en el centro de la Amazonía brasileña. Foto EFE.

Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía brasileña, continúa cubierta en varios puntos por el humo de los incendios provocados por los deforestadores y por la intensa ola de calor que afectaron al más extenso bosque tropical del mundo.

Si bien en agosto parecía estar mejorando la situación, durante los primeros 20 días de septiembre se registraron 5.186 focos de incendio en el estado brasileño de Amazonas -donde Manaos es capital- un número en un 72,6 % superior al del mismo período del año pasado, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

Este registro supera ampliamente el promedio para septiembre en toda la historia, que es de 3.003 focos de incendio.

Desde el miércoles de la semana pasada, el humo llegó a Manaos y los municipios de su región metropolitana, como Iranduba, uno de los más afectados y donde algunas personas tuvieron que ser internadas en hospitales por problemas respiratorios.

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En las zonas rurales próximas a Manaos, se encontraron zarigüeyas, lagartos y caracoles gigantes carbonizados.

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Situación de emergencia por los incendios

El pasado 12 de septiembre, el Gobierno del estado de Amazonas declaró una situación de emergencia ambiental en cuatro municipios debido a la ola de incendios.

Desafortunadamente, el mismo día, el Gobierno regional afirmó que prevé que la sequía de este año sea "más prolongada y más intensa" que en años anteriores debido al impacto del fenómeno climático conocido como El Niño, que provoca una disminución de las lluvias en esta región.

Fotografía aérea muestra la destrucción causada por uno de los incendios en la selva amazónica. Foto EFE.

El estado de Amazonas -que es el más extenso del país- incluye dentro de sus límites la mayor proporción de la Amazonía brasileña, que vive amenazada por la minería ilegal y el avance del sector agropecuario, que quema el bosque para ampliar sus áreas de cultivo o los pastizales.

Pese a vivir la última semana del invierno austral, Brasil se enfrenta a una ola de calor que se considera como una amenaza a la salud en nueve de los 27 estados del país y que se prevé se extenderá hasta el fin de semana y llevará las temperaturas a ser cinco grados superiores a la media histórica, alertó el martes el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).