Fue ovacionado en el parlamento de Canadá por el mismísimo Volodimir Zelenski. No muchos sabían que se estaba homenajeando a un exintegrante de la máquina de guerra de Adolf Hitler. Esta su historia.
Cuando el viernes 22 de septiembre de 2023 el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski; visitó el parlamento de Canadá, no muchos llegaron a pensar que estaba a punto de estallar un escándalo de grandes proporciones. En el duro contexto de una guerra desatada por Rusia en Europa del Este, el conflicto que parece no tener freno -además de las graves e irreparables consecuencias que deja a su paso- también inflama los ánimos y desata impensadas pasiones.
Así quedó demostrado cuando ese mismo parlamento canadiense sorprendió a propios y a extraños con la invitación cursada a Yaroslav Hunka, un anciano de 98 años de edad que, de la noche a la mañana, se puso en las tapas y los titulares de casi todos los medios periodísticos del mundo.
El sentido homenaje, con estruendosa ovación de pie incluída; no debería haber llamado demasiado la atención, sobre todo porque se estaba destacando los servicios prestados de un hombre que -en los duros tiempos de la Segunda Guerra Mundial- defendió la independencia ucraniana puesta en peligro por la invasión de las tropas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, más conocida como la URSS.
Poco después del discurso del mandatario ucraniano en la Cámara de los Comunes canadiense, los legisladores aplaudieron de pie a Hunka, en momentos en los que el presidente de la cámara, Anthony Rota, lo presentaba orgullosamente como un héroe de guerra, al que destacó como "un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos".
Pero en ese reconocimiento, hubo un "pequeño detalle" que alguien se le pasó por alto: Yaroslav Hunka peleó por la libertad de los ucranianos desde el bando de los nazis, mientras era integrante de la 14° División "Galizien" (Galicia) de Granaderos Waffen de las SS. Ante la atenta mirada del mundo entero Zelenski (junto a todos los presentes, incluído el primer ministro canadiense Justin Trudeau) acababa de aplaudirlo a palma batida y con una amplia sonrisa en su boca.
Te puede interesar:
Demba Ba se sumó a las críticas contra Enzo Fernández y vinculó a la Argentina con los nazis
Hunka nació en Urman en el año 1925, en un lugar que por entonces era parte de Polonia. Cuando era un jovencito, en 1943, no dudó un solo instante y se ofreció como voluntario para las SS "Galizien". Como parte de ese grupo de ataque en las zonas ocupadas, tuvo participación en muchas de las redadas que terminaban con deportaciones y ejecuciones, siendo uno más en las filas de las temidas huestes comandadas por Heinrich Himmler. Durante su estancia en las SS, fue fotografiado en varias oportunidades entrenando en Múnich y Neuhammer (actual Świętoszów). En 1944 fue enviado a combatir contra las fuerzas del Ejército Rojo en el Frente Oriental.
Cuando el conflicto bélico llegó al final, Hunka emigró hacia Canadá y vivió una vida en el más absoluto anonimato, con toda tranquilidad. Pero todo cambió en 2023, cuando se hizo célebre del modo menos pensado. Con el escándalo y la polémica desatados, llegaría un tibio intento de disculpa de parte de los funcionarios del gobierno canadiense ante la comunidad judía mundial, aunque para muchos ya era tarde.
Te puede interesar:
"Bajo el manto del Caudillo", el libro que recorre la protección de la España de Franco a nazis del Tercer Reich
La 14° División de Granaderos Waffen de las SS (1° Gallega), fue también conocida como 14° División de Voluntarios SS "Galicia", y se creó en 1943, pero para 1944 ya era una formación militar alemana nazi de la Segunda Guerra Mundial que comenzó a nutrirse -en su mayoría- por voluntarios de origen étnico ucraniano de la zona de Galicia. Luego también se unieron algunos eslovacos.
La División "Galizien" cayó vencida y fue destruida durante la ofensiva de Lvov-Sandomierz, tras lo cula fue reformada para entrar en acción en Eslovaquia, Yugoslavia y Austria antes de pasar a llamarse primera división del Ejército Nacional Ucraniano y rendirse ante los Aliados occidentales el 10 de mayo de 1945.
El 23 de septiembre de 2020, el Tribunal Supremo de Ucrania lanzó un dictámen mediante el cual estableció que los símbolos de la División SS "Galizien" no están relacionados con el nazismo y, por tanto, no pueden prohibirse en el país, un acto que como era de esperarse llevó a otra polémica. Lo mismo sostuvo el Instituto Ucraniano de la Memoria Nacional, dirigido en ese momento por Volodymyr Viatrovych.
Te puede interesar:
Juventudes Hitlerianas: el ejército de niños de Hitler en Alemania y Argentina
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial en Europa, Hunka fue a vivir al Reino Unido y se unió a la Asociación de Ucranianos en Gran Bretaña. En 1951, contrajo matrimonio con Margaret Ann Edgerton (1931-2018) y posteriormente (en 1954) emigraron a Canadá, instalándose en Toronto, donde criaron a sus dos hijos, llamados Martin y Peter. La pareja se volvió muy activa y relativamente popular en la comunidad ucraniano-canadiense. Tras graduarse de una escuela técnica, Hunka trabajó en la industria aeronáutica y finalmente se convirtió en inspector de De Havilland.
En Canadá, Hunka se relacionó muy especuialmente con los reservados círculos de veteranos de las Waffen SS y llevó adelante un blog en Internet donde, a inicios de la década de 2010, comparó a los veteranos de las SS Galizien con los israelitas, al afirmar que ambos grupos se extendieron en diásporas por todo el mundo desde su tierra natal. Desde 2022 Hunka viajó a la zona del Gran Sudbury en protesta contra la invasión rusa de Ucrania de ese mismo año y dijo ante las cámaras de CTV News que "la destrucción es simplemente increíble, pero se necesitarán años y años para reconstruirla... Pero los ucranianos ganarán y Dios bendiga a Ucrania y rezo por ello".
Yaroslav Hunka está jubilado y actualmente vive en North Bay, Ontario.
Las reacciones al reconocimiento parlamentario canadiense a Hunka fueron en su mayoría negativas. El Centro Amigos del Centro Simon Wiesenthal para Estudios del Holocausto condenó firmemente al accionar del homenajeado y muy en especial a lo hecho por las SS Galizien, tildándolo como "responsable del asesinato en masa de civiles inocentes con un nivel de brutalidad y malicia que es inimaginable", haciendo mención a dramáticos sucesos como la masacre de civiles polacos de Huta Pieniacka en 1944.
En una declaraciones públicas vertidas el 24 de septiembre, el presidente de la cámara canadiense del Congreso, Anthony Rota aceptó finalmente la responsabilidad completa y total por haber invitado a Hunka a la ceremonia y sostuvo que "en particular, quiero extender mis más profundas disculpas a las comunidades judías en Canadá y en todo el mundo. Acepto toda la responsabilidad por mi acción". También Ann-Clara Vaillancourt, portavoz oficial del presidente de Canadá, Trudeau, se refirió a la disculpa de Rota como "lo correcto" y enfatizó la responsabilidad de Rota de invitar a Hunka a la ceremonia.
El 26 de septiembre Anthony Rota anunció su renuncia indeclinable al Congreso de su país y el ministro de Educación polaco, Przemysław Czarnek, sostuvo que su gobierno podría intentar extraditar a Hunka como criminal de guerra.
Referencias: