Aunque hoy sea imposible imaginar a "La Feliz" sin esta construcción tan característica, la obra de Alejandro Bustillo esconde la historia de una Argentina de cambios en unos años donde la ciudad se convertía en la favorita de todas las clases para pasar sus veranos.
Entrada del hotel sobre Peralta Ramos.
Mar del Plata es sinónimo de verano, playas y un destino elegido por la mayoría de aquellas familias que componen la clase media y trabajadora, pero esto no siempre así. Cuando la ciudad comenzaba su transición de balneario para aquella aristocracia porteña a un balneario popular, llegaron cambios arquitectónicos que siguen hasta nuestros días como el Gran Hotel Provincial y que hoy es una postal obligada para los turistas que buscan llevarse una foto tradicional de recuerdo. Su historia.
Primero hay que irnos atrás en el tiempo; desde 1912 en el mismo lugar donde se encuentra el complejo existía la antigua Rambla Bristol y el Paseo General Paz, pero para 1928 los planes de una remodelación ya estaban en marcha por lo que se llevó a cabo un concurso. Tras idas y venidas triunfó el proyecto de Alejandro Bustillo - arquitecto ya reconocido de la década del 30 - que incluía la construcción de la nueva rambla, el Casino Central y el Hotel Provincial.
Construcción del casino.
Primero se inauguró el Casino Central el 22 de diciembre de 1939 y dos años después la nueva Rambla a la que le añadieron los famosos lobos marinos diseñados por José Firovanti, el mismo que había decorado el vestíbulo de la Casa Rosada durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear. El hotel, por su parte, tardaría casi una década más en terminarse y recién pudo ser inaugurado el 18 de febrero de 1950 durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón.
Obreros que participaron en la construcción del complejo.
La rambla Bristol siendo demolida en 1940, detrás se ve parte de la obra de Bustillo.
El estilo de la construcción es neoclásico, inspirada por el francés. Bustillo se basó en el estilo de Luis XIII de los edificios de la Plaza Vendôme de París: el hotel se construyó sobre una superficie de 150 mil metros cuadrados y su edificación gemela, el casino, tenía capacidad para 65 mesas de ruleta, otros treinta departamentos, espacios para teatro y cine, salas destinadas a la práctica de esgrima, una especie de boite y una confitería de grandes dimensiones.
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La fachada está recubierta por la piedra Mar del Plata con ladrillos a la vista con ornamentos y pilastras más un remate en mansarda de pizarra negra; debajo de esa mansarda artificial existe una losa de hormigón armado que forma el techo en la estructura. El complejo posee planta baja, seis pisos con 77.500 metros cuadrados de superficie y espacios internos de grandes dimensiones.
Salón circular del primer piso.
Salón Atlántico A.
Entre los lujos que el hotel promocionaba en sus inicios estaba el de ofrecer agua de mar en las canillas de las 500 habitaciones, pero con los años debieron quitarlo ya que las cañerías de plomo utilizadas no eran aptas para consumo humano. Además, el primer piso contaba con una pista de baile de pisos de madera y forma circular pensada para darle identidad al espacio.
Era tal el esplendor que había logrado el hotel que recibió visitas ilustres de tinte internacional como el presidente norteamericano Dwight Eisenhower; Paul Newman y Sofía Loren, quienes vinieron al país por el Festival de Cine de Mar del Plata, e incluso la banda Queen se hospedó cuando tocaron en la ciudad balnearia. Alberto Olmedo; Mirtha Legrand, realizando algunos de sus famosos almuerzos desde allí, y Guillermo Vilas, quien jugó varios partidos en una cancha sintética montada en el lugar, son algunos de los nombres que también valen mención.
Uno de los salones que actualmente se utilizan para eventos o congresos.
Comedor del hotel.
Pasillos de las habitaciones.
Lamentablemente por culpa de malos manejos y abandonos, el hotel padeció una debacle que obligó a cerrar sus puertas de 1998 a 2008 donde sufrió el deterioro del mobiliario y estructura matriz. Las imágenes de este gigante dejado a su suerte eran dignas de una película de terror mientras se debatía quién podría obtener su licitación para volverlo a poner en pie.
Finalmente la cadena NH Hoteles - asociada con el empresario Florencio Aldrey Iglesias- ganó el concurso de licitaciones para 2004 y se le fue entregada el 18 de junio de 2008 a la firma Hotelería de Mar S.A. por Daniel Scioli, entonces gobernador de la Provincia. Lo que hoy es NH Gran Hotel Provincial quedó reinaugurado parcialmente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 6 de noviembre de ese mismo año.
Postal del complejo del hotel y casino visto desde el muelle.
Desde entonces, y tras un laborioso trabajo para devolverle su majestuosidad, el hotel se reencontró con su magia recibiendo turistas que lo visitan temporada a temporada en una especie de viaje en el tiempo para disfrutar de Mar del Plata y para recordar aquellos esplendorosos años de una ciudad que fue y sigue siendo parte de todos los argentinos.
Por Yasmin Ali
*Tw: @Yas_Friends