Cómo un territorio desconocido para la comunidad británica se convirtió en el lugar soñado para continuar con sus tradiciones y celebrar su cultura. A casi 130 kilómetros de la Ciudad, un pedacito de Escocia cuenta su propia historia.
El éxito de la serie Outlander logró poner en primera plana los bellísimos paisajes de Escocia y todo lo que rodea a su cultura. Con la llegada de los nuevos capítulos de la temporada 7, surgen inquietudes sobre si hay algún tipo de conexión entre los highlanders y el territorio argentino. La respuesta es sí.
Lo cierto es que no solo españoles e italianos poblaron estas tierras, la vasta diversidad cultural que construyó a la Argentina durante tantas décadas permite que cada rincón tenga un secreto que pide ser conocido. Ese es el caso de Chascomús y su lado escocés.
Te puede interesar:
Frank Sinatra, el impensando inventor del delivery de pizzas en Buenos Aires
Antes de que Argentina sea Argentina, un gran número de escoceses llegó a estas tierras. La idea de unir a Chascomús, tierra de Raúl Alfonsín, con Escocia podría haberse solo pensando en un cuento ficción; pero lo cierto es que la conexión existe y prevalece hasta estos días.
Así como un capítulo de Outlander, donde Jamie y Claire deciden emigrar a lo que luego sería Estados Unidos en busca de nuevos horizontes y proyectos, esta ciudad a casi 130 kilómetros de Buenos Aires puede jactarse de también tener este tipo de sueños transformados en realidad.
Los primeros llegaron en 1806 y para 1822, eran alrededor de 1.200.Fueron los hermanos Parish Robertson quienes le presentaron el proyecto a Bernardino Rivadavia para crear una colonia de granjeros escoceses. Como dato, una de las condiciones que habían planteado es que se les permitiera ejercer la religión protestante.
Cerca de 1857 se formó la iglesia presbiteriana San Andrés, ubicada a 5 kilómetros del centro de Chascomús. Tenía la función de estar al servicio de los emigrados escoceses que vivían en la capital y sus alrededores. Los primeros colonos eligieron para su iglesia el puesto de Thomas Bruce, de la estancia San Felipe, en el campo de James Dodds. El financiamiento se logró de una forma muy particular: toda persona que tuviera ovejas pagaría anualmente el equivalente al valor de 10 ovejas por cada 1.000 que poseyera, fijándose para 1857 el valor de $30 por oveja. Entonces, quienes no tuvieran ovejas, harían donaciones.
Así se construyó la iglesia con paredes de barro y techo de paja, de unos 16 metros de largo por 6 de ancho y capacidad de hasta 120 personas. Se inauguró el 11 de noviembre de 1857 con el nombre oficial de “Saint Andrews Presbyterian Schottisch Church”. Junto al templo se habilitó el cementerio que ahora recorremos.
Actualmente se pueden realizar visitas guiadas por la zona en búsqueda de recuperar un pedazo de historia clave para entender la relación entre el campo argentino y los campesinos escoceses.
Te puede interesar:
El vergonzoso uso político del cadáver de Carlos Gardel: casi 50 días, 5 países y sospechas de corrupción
La epidemia del cólera en 1866 causó estragos en Buenos Aires y Chascomús no fue la excepción, es por ello que se generó la necesidad de crear un nuevo cementerio adquiriendo tierras públicas. Pocos años después, en 1873, construyeron una capilla a su lado, declarados Patrimonio de Valor Histórico, cultural, paisajístico, arquitectónico y turístico por la Municipalidad.
La comunidad británica vivió una época de auge hasta fines del siglo XIX, cuando la economía de la zona comenzó a declinar y la fundación de la ciudad de La Plata (1882) sedujo a muchos escoceses chascomunenses. Desde 1910 comenzó a funcionar un nuevo templo en la ciudad, haciendo que los encuentros en el “templo del campo” se reduzcan a ocasiones especiales.
Para el siglo XX los cultos en castellano se hicieron de manera regular de la mano de pastores que llegaban de Buenos Aires, pero la comunidad británica de la zona fue perdiendo fuerza y prácticamente se desmembró a fines del siglo pasado. Actualmente se siguen realizando actividades como reuniones dominicales para niños, estudios bíblicos o encuentros de oración para mantener vivas las costumbres.
Un pedazo de Escocia está en Buenos Aires y está esperando que la descubras.
Por Yasmin Ali
*Tw: @Yas__Friends
1
La Ruta de la Seda: ayer y hoy
2
El vergonzoso uso político del cadáver de Carlos Gardel: casi 50 días, 5 países y sospechas de corrupción
3
Frank Sinatra, el impensando inventor del delivery de pizzas en Buenos Aires
4
La crisis de los Euromisiles
5
La historia del poder nuclear de Rusia