Hace 205 años se consiguió uno de los triunfos más recordados de la Guerra por la independencia en Sudamérica. "El triunfo es nuestro, el sol por testigo".
Abrazo de Maipú entre San Martín y O Higgins.
El 5 de abril de 1818, José de San Martín libraba una de las batallas más recordadas e importantes de la historia sudamericana y que significó un avance importantísimo para llevar a cabo su plan emancipador.
El cruce de los Andes de 1817 fue una de las epopeyas más admiradas de la historia militar universal, pero lo cierto es que solo fue paso para que el correntino terminara con su plan en el territorio de independizarse de España. La Batalla de Maipú, más de un año después de aquel hito, terminó de enaltecer su figura para la posteridad.
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Habían pasado 17 días de la dura derrota del Ejército Unido, conformado por argentinos y chilenos, en Cancha Rayada. Era el 5 de abril de 1818 y San Martín consiguió reorganizar las tropas para la batalla definitiva que le daría la independencia a Chile.
José de San Martín.
El Libertador ya tenía experiencia, años antes había emprendido la misma tarea en el territorio que lo había visto nacer cuando Argentina (aún no se llamaba así) consiguió independizarse el 9 de julio de 1816.
Frente a él tenía a un duro enemigo, el ejército realista se había reforzado con soldados que habían luchado en las guerras napoleónicas y que el general Mariano Osorio supo aprovechar.
Olé de la batalla.
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Cancha Rayada no fue solo una derrota para el Ejército del Libertador, para la historia fue conocido como el "desastre de Cancha Rayada" porque desmoralizó y confundió a la tropa. Incluso se pensó que San Martín y el chileno Bernardo O'Higgins habían muerto.
En tiempo récord, Don José reunió una tropa de 5400 soldados, jefes y suboficiales en las afueras de Santiago que se dividieron en dos: una comandada por Gregorio Las Heras y la otra por Rudecindo Alvarado.
El ejército al mando de Osorio constaba de 5300 hombres y se desplegaron a lo largo de una misma línea, sin dejar una tropa de reserva. San Martín los esperaba en Loma Blanca, O'Higgins fue heridos en Cancha Rayada y se quedó en la capital.
"Qué brutos son estos godos", diría el Libertador al enterarse de la estrategia enemiga y pronosticó que "el triunfo de este día es nuestro. El sol por testigo".
Esquema de la Batalla de Maipú. Infografía: Ejército argentino.
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Minutos antes del combate, San Martín ya presentía la victoria y le dijo a su Estado Mayor: "Esta batalla va a decidir la suerte de toda la América y es preferible una muerte honrosa en el campo del honor a sufrirla de manos de nuestros verdugos. Yo estoy seguro de la victoria".
El correntino ordenó a la reserva que retroceda y así proteger el flanco izquierdo para atacar a los españoles. O'Higgins llegó por la tarde al campo con los realistas habiéndose replegado en Lo Espejo, con San Martín listo para la última embestida.
Carta de José de San Martín a Bernardo O'Higgins en la que le comunica la victoria patriota en la Batalla de Maipú. Colección del Archivo Nacional de Chile.
En ese momento los próceres se encuentran, teniendo el lugar el famoso abrazo que pasó a la historia donde el chileno le exclamó a San Martín: "¡Gloria al salvador de Chile!".
Maipú no solo fue la victoria que le permitió a los chilenos ser libres, sirvió para que San Martín pueda continuar con su gesta rumbo a Perú.
Maipú fue un antes y un después en la guerra por la independencia sudamericana y dejó en lo alto a San Martín que aún le quedaría historia por escribir.
Por Yasmin Ali
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