Es importante entender los procesos que ocurren en el cerebro cuando queremos establecer vínculos para, de esta manera, poder modificar la forma de relacionarnos con los demás.
Por Canal26
Martes 12 de Noviembre de 2024 - 18:20
Para muchas personas, relacionarse con otros puede ser un gran desafío. Aunque parezca extraño, el ámbito de los vínculos, nuestro cerebro es quien juega un papel central, reveló una investigación de Harvard.
Tal y como lo explica el doctor Srini Pillay, de la mencionada universidad, las personas que están en nuestras vidas no son simplemente quienes realmente son. “Son una mezcla interesante de quiénes son y qué hacemos con ellos en nuestro cerebro".
"Si entendemos las formas en que las relaciones impactan en nuestro cerebro, probablemente podamos cambiar para alterar también la forma en que interactuamos con los demás”, aseguró.
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De acuerdo con el especialista, hay tres mecanismos que influyen en la mente y modifican comportamientos, decisiones y sentimientos:
Se refiere a la capacidad que tienen las emociones de una persona, de influir en las de los demás. “Nuestras emociones pueden transferirse fácilmente a otra persona sin que nosotros lo sepamos”, señala el experto. Esto también puede suceder a través de redes sociales, sin que haya una interacción persona a persona.
Quienes tienen un rol protagónico en este fenómeno son las neuronas espejo, las cuales son especializadas en captar automáticamente las emociones de los demás. Esto puede contribuir a la cohesión social y fortalecer las relaciones emocionales, pero también llevar a la propagación de emociones negativas, como el estrés o la ansiedad.
Existen dos tipos de empatía: la emocional, que se refiere a la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y emociones de otra persona; y la cognitiva, que se centra en la capacidad de comprender y entender la perspectiva emocional o mental de otra persona, sin necesidad de experimentar las mismas emociones.
"Cuando intentamos negociar con alguien, podemos pensar que es útil reflejar sus emociones, pero esta empatía emocional podría resultar contraproducente. En la mayoría de los casos, es mucho más eficaz utilizar la empatía cognitiva, porque la otra persona se pone menos a la defensiva y también se siente escuchada”, explica el especialista.
Por ende, cuando se quiera resolver un conflicto, es preferible utilizar la empatía cognitiva, reflexionar sobre lo que dice el otro y luego parafrasearlo de manera neutral. "Esto puede ayudar a que disminuya su enfado y reactividad”, sostiene.
Cada persona lleva consigo sus propias experiencias y aprendizajes. Un error muy común es querer aplicar experiencias, emociones, actitudes o patrones relacionales pasados a nuevas situaciones o relaciones.
Las actitudes y creencias arraigadas pueden influir en la forma en que interpretamos y respondemos a nuevas situaciones. “Este tipo de respuestas instintivas ocurren en el cerebro debido a su propensión a hacer predicciones inconscientes basadas en experiencias tempranas”, señala Pillay.
Para prevenirlo, el experto recomienda la autorreflexión. “Cuando estés en un conflicto, pregúntate si estás respondiendo a esa persona o la estás mezclando con alguien del pasado”.
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