La invasión de Rusia a Ucrania, que derivó en la guerra, comenzó el 24 de febrero de 2022 y representa una escalada significativa en el conflicto ruso-ucraniano que se originó tras los eventos del Euromaidán en 2014.
Este conflicto es el mayor ataque militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con un creciente número de víctimas. Hasta mediados de 2023, más de nueve mil civiles y decenas de miles de soldados han perdido la vida. Además, los combates han provocado la mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con más de 7,2 millones de ucranianos huyendo del país y más de 7,1 millones desplazados internamente.
La guerra también ha causado graves daños ambientales y ha amenazado la seguridad alimentaria a nivel mundial.