Preocupante advertencia de la ONU: para el 2100 más de 5.000 millones de personas vivirán en zonas áridas

Así podría ser gran parte de la Tierra para el 2100. Foto: Unsplash.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el año 2100 más de 5.000 millones de personas podrían llegar a vivir en zonas áridas del planeta, entretanto no se mitiguen los efectos de desertificación que afectan al medio ambiente.

Así quedó advertido en un nuevo informe la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD por sus siglas en inglés). El extenso informe se publicó este mismo lunes, en el marco de la COP16, la cual se lleva a cabo en Riad, capital de Arabia Saudita, evento titulado 'La amenaza mundial de las tierras áridas'.

A finales de este siglo más de 5.000 millones de personas se verán obligadas a vivir en zonas áridas. Foto: Unsplash. 

Este informe recoge evidencia científica propia de 1990 a 2020 y también compara datos previos a 1990.

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Los efectos de la aridez serían "múltiples y en cascada"

El estudio señala la particularidad de que la creciente aridez generará efectos "múltiples y en cascada", lo que ocasionará que más de 5.000 millones de personas se vean afectadas por ella para dentro de poco más de 75 años.

Lo que evidencian los análisis es que el 77,6% de la Tierra experimentó condiciones más cálidas de las consideradas como "normales", al tiempo que las tierra áridas se expandieron por "4,3 millones de kilómetros cuadrados del planeta", desde 1990, sin que se tenga la posibilidad de recuperar su estado original.

Algo que de por sí ya es sabido, pero que se confirmó: la causa de este fenómeno "amenazante para la vida" es la mano del hombre. Por ejemplo, con la emisión de gases de efecto invernadero.

Muchas personas se verán obligadas a desplazarse por los efectos de la aridez en algunos años. Foto: EFE.

"Las consecuencias de la inacción serán cada vez más nefastas y la adaptación ya no será opcional, sino imperativa", afirmó el jefe de la unidad científica de la UNCCD, Barron Orr, en un comunicado que acompañó el informe.

Entre las consecuencias que traería la aridez al planeta, las más destacadas estarían vinculadas con los aspectos cotidianos de las personas, por ejemplo, el acceso al agua.

También en el aspecto económico, el aumento de la aridez se relacionó con una disminución del 12% del Producto Bruto Interno (PBI) de los países africano entre 1990 y 2015, y un 2,7% en las naciones asiáticas. 

Para el 2079, las previsiones de pérdidas podrían elevarse a un 16% y un 6,7% respectivamente.

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Consecuencias económicas inmediatas

A su vez el informe señala que si no se toman medidas de inmediato, "el cambio climático podría aumentar el número de personas que viven en la pobreza entre 35 y 122 millones para 2030". Y luego especifica ciertas regiones áridas como el Sahel, África oriental y Asia meridional. 

La desertificación también traería consecuencias económicas para los países. Foto: NA.

También la aridez podría afectar el hábitat de al menos el 55% de las especies animales y "comunidades enteras que se enfrentan a la escasez de agua y al colapso de la agricultura se verían forzadas a abandonar sus hogares, lo que provocaría tensiones sociales y políticas en todo el mundo".

La falta de recursos hídricos también seria un consecuencia a tener en cuenta y se prevé que "más de dos tercios de toda la tierra del planeta (excluyendo Groenlandia y la Antártida) almacene menos agua a finales de siglo".

Mientras tanto, las muertes vinculadas al aumento de las temperaturas podrían incrementarse entre un 3 y un 13% en América Central, sur de Europa y el Sudeste de Asia para finales del siglo.

Por todo esto descripto, la crisis "necesita de una respuesta unificada e intersectorial, con políticas a escala nacional que persigan objetivos internacionales (...) para crear estrategias cohesionadas que aborden los retos de la gestión del agua y la tierra".

"La humanidad puede estar a la altura de este desafío, pero la cuestión no es si tenemos las herramientas para responder, sino si tenemos la voluntad de actuar", dijo la presidenta de la Interfaz Ciencia-Política (SPI) de la UNCCD, Nichole Barger.