Amazonía brasileña: la peor sequía en 120 años dejó al descubierto grabados rupestres milenarios

Los arqueólogos calculan que tienen entre 1.000 y 2.000 años de antigüedad. Foto: EFE.

La grave sequía que afecta a la Amazonía brasileña volvió a revelar un antiguo tesoro arqueológico: los petroglifos milenarios de Ponta das Lajes. Este sitio, ubicado en Manaos, capital del estado de Amazonas, contiene grabados en roca que se ven únicamente cuando las aguas del río Negro alcanzan niveles extremadamente bajos.

En esta ocasión, las formaciones rocosas quedaron al descubierto debido a la sequía más intensa en 120 años, mostrando rostros antropomorfos y figuras de animales, posiblemente creados por comunidades indígenas hace entre 1.000 y 2.000 años.

Un conjunto de rostros de forma humana y algunos animales aparecieron de nuevo sobre una formación rocosa en el yacimiento conocido como Ponta das Lajes. Video: EFE.

La existencia de estos petroglifos ya se conocía, pero solo en circunstancias de sequía extrema se pueden observar con claridad. Según Jaime Oliveira, arqueólogo del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (Iphan), los grabados probablemente fueron realizados por grupos indígenas agricultores que habitaron la región antes de la llegada de los colonizadores europeos.

Aunque la data precisa de estos grabados es difícil de rastrear, los expertos estimaron su antigüedad basándose en los restos cerámicos y agrícolas encontrados en la zona. Sin embargo, la interpretación de estos petroglifos sigue siendo un desafío para los arqueólogos, ya que no existen registros escritos que puedan proporcionar más información sobre su significado.

No obstante, Oliveira sugirió que los grabados podrían haber tenido un rol social importante, actuando como una forma de comunicación o como marcas territoriales de las antiguas poblaciones.

Los grabados probablemente fueron realizados por grupos indígenas agricultores que habitaron la región antes de la llegada de los colonizadores europeos. Foto: EFE.

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El yacimiento de Ponta das Lajes no es el único lugar en la Amazonía donde se encontraron petroglifos, pero es uno de los más significativos por su tamaño y diversidad de figuras. Entre las representaciones más comunes se encuentran rostros humanos de forma abstracta y animales locales, como sapos, que podrían tener connotaciones simbólicas para los pueblos indígenas.

"Algunos los interpretan como lugares sagrados de los más antiguos. Son las marcas de los (indígenas) más antiguos que pasaron por aquí y dejaron estos grabados como forma de marcar el territorio", señaló Oliveira.

El impacto de la sequía en la Amazonía, sin dudas, fue devastador, ya que no solo permitió la reaparición de estos antiguos grabados, sino que afectó gravemente a las comunidades locales, que dependen del transporte fluvial y del agua potable.

La sequía en la Amazonía, el mayor bosque tropical del planeta dejó muchos ríos en mínimos históricos. Foto: EFE.

Muchos ríos alcanzaron niveles históricos mínimos, lo que obligó a las autoridades a implementar medidas de racionamiento de agua en varios municipios. Además, la sequía contribuyó al aumento de incendios forestales, agravando aún más la situación. 

En este sentido, Oliveira instó a los visitantes y curiosos a respetar y proteger este invaluable patrimonio cultural. Los petroglifos son un testimonio de las antiguas civilizaciones que habitaron la región amazónica, y su preservación es importante para entender la historia de la interacción humana con este ecosistema.

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Este fenómeno arqueológico, que resurge cíclicamente con las sequías extremas y que funciona como un acercamiento al pasado, también muestra la gravedad del cambio climático y sus efectos en la mayor selva tropical del mundo. Con cada ciclo de sequía, no solo vuelven los rastros de las antiguas civilizaciones, sino que también se expone la fragilidad de las comunidades actuales que luchan por sobrevivir en un entorno cada vez más inhóspito.