La impactante historia de un argentino durante la invasión rusa y el lado B de Ucrania

Soldado ruso en la invasión a Ucrania. Foto: Reuters

Ucrania es uno de los principales destinos mundiales para la subrogación de vientre, por lo que muchas parejas arriban al país de Europa del Este para cumplir el sueño más anhelado: poder formar una familia.

En ese largo camino se encontraban siete parejas argentinas que, con bebés de vientres subrogados, estaban en Kiev cuando el conflicto estalló.

Martín había viajado, junto a su esposa, a Ucrania el 24 de enero, para recibir a su hijo dos días después. Debido a los trámites burocráticos que debían realizar para la nacionalización, estuvieron más de un mes en territorio ucraniano.

Las familias varadas en Ucrania.

Tenían pasaje para el 25 de febrero, pero la escalada de la guerra les impidió volver a Argentina en tiempo y forma, además de obligarlos a pasar situaciones realmente estresantes.

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El comienzo de los bombardeos en Ucrania

Desde el 26 de enero de 2022, la vida le sonreía a Martín y su pareja ya que, al fin, habían podido tener su tan deseado hijo. No esperaban que todo se complicara, casi un mes después, por bombardeos y ataques incesantes en el territorio donde se encontraban.

Los primeros días, la vida era tranquila: "Se escuchaba que habían conflictos, pero la gente vivía normalmente. Te tranquilizaban mucho porque explicaban que las tensiones eran constantes y habían surgido desde 2014", comentó Martín.

"No creían que pudiera haber un ataque o una invasión", hasta que sucedió: "Nos acostamos a dormir y nos levantamos con que estaba todo explotado. No estábamos preparados", recuerda.

"Era pasar de tener la vida hecha a ver cómo nos salvábamos, comíamos y pasábamos los días", explica quien tuvo que alojarse (junto a su esposa, hijo y otras seis familias), en la casa de la embajadora argentina en Ucrania.

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La vuelta a Argentina, una verdadera odisea

Desesperado por abandonar el país que estaba siendo atacado, Martín asegura que vivió momentos muy angustiantes, que contrastaban con la alegría por haber formado una familia: "No sabíamos qué iba a suceder. Estábamos con el bebé y empezaron los bombardeos que nos podían caer en la cabeza en cualquier momento".

Se trataba de "un caos total" que consistía en escuchar, en múltiples ocasiones, "detonaciones, intercambios de disparos y ráfagas de ametralladora". Es que se habían infiltrado rusos en Kiev para generar caos y los ucranianos, "que estaban muy combativos, salieron a luchar".

Ante esta situación, salir de Ucrania era urgente. Respetando los toques de queda, que duraban desde las 16 hasta las 7, contrataron una combi privada que los llevaba a la frontera con Polonia, dos días después de que se desencadenara el conflicto.

El viaje en combi que duró 24 horas.

En el límite para salir de Ucrania se encontraron con una fila que alcanzaba los 50 kilómetros de largo, las personas estaban desesperadas por escapar. Como los hombres ucranianos tenían prohibido el exilio, ancianos, mujeres y niños se disponían a abandonar su país natal para ir rumbo a Polonia.

Llevando a sus bebés, las familias argentinas no podían esperar mucho, por lo que la Embajada en Polonia los hizo pasar como diplomáticos y después de un largo viaje que duró un día entero, lograron salir de la guerra: "Pasamos a la frontera como si fuéramos diplomáticos, una gestión que nos ahorró más de 30 horas de demora para atravesar el límite".

Las familias argentinas, a salvo en Polonia. Foto: Télam

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El lado B de Ucrania, la subrogación de vientre

Ucrania es uno de los países donde la gestación subrogada es legal y permite el proceso a personas de otros países. "Todas las parejas llegan con una mochila muy pesada de historias diversas", y, para ello, el país europeo cuenta con una ventaja invaluable: "La certeza de que tendrás tu hijo y resguardo jurídico".

En caso de cumplir las exigencias que piden, ser una pareja heterosexual casada, quienes viajan a Ucrania tienen la seguridad de que van a poder formar familia.

La nación conocida como "el vientre del mundo", sufrió muchas modificaciones desde el inicio de la invasión rusa. Hoy en día, los viajes a Ucrania siguen existiendo, aunque "está la posibilidad de que las muestras genéticas se envíen vía aérea y solamente viajes para buscar el bebé".

Inclusive, para ahorrarles pasar un mal momento similar al que sufrió Martín junto a su familia, las clínicas que entregan el bebé están cerca de la frontera para que no sea necesario ir hasta Kiev.

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