Un bombardeo a Beirut que asesinó a altos mandos de la organización libanesa, y un nuevo ataque que dejó más de 350 muertos se suman a la escalada de violencia de las últimas semanas. ¿Quiere Netanyahu arrastrar a Biden a una conflagración mayor?
Israel sube la apuesta. A los ataques que parece haber efectuado contra las comunicaciones de Hezbolá en los últimos días, suma ahora un bombardeo contra la propia Beirut, en la que asesinó a un alto mando de la organización libanesa; y un nuevo ataque al Líbano este lunes. ¿El objetivo? El mismo: debilitar al grupo armado chiita que controla buena parte de Líbano. ¿Escalará la tensión hasta una guerra abierta entre ambas fuerzas? Hezbolá respondió con un ataque sobre Israel, que respondió con un bombardeo aéreo...
No es novedad que Israel y Líbano comparten una larga tradición de enfrentamientos, unos más sangrientos que otros, algunos más largos, otros más acotados; pero que comparten el punto en común de haberse agravado y volverse frecuentes desde la aparición de Hezbolá en tiempos de la larga guerra civil libanesa. Israel, justamente, intervino para combatir al grupo armado creado aquel entonces.
El problema se agudizaba a medida que Hezbolá adquiría un poder creciente, hasta el punto de convertirse en un actor decisivo dentro de su país, y de peso en toda la región.
Quizás esto pudo verse en la última gran batalla librada entre ambos contendientes. En 2006 Israel invadió Líbano sin poder hacer pesar su superioridad militar histórica, lo cual, en materia de guerra convencional, configuró toda una novedad.
Volviendo a la actualidad, el país hebreo, sobre todo desde su invasión de Gaza como respuesta al ataque de Hamás hace ya casi un año, parece estar intentando desencadenar una guerra de mayores dimensiones que, sin dudas, de no contar con el apoyo estadounidense o recurrir a armas atómicas, tendría serios riesgos de perder. ¿Quiere Netanyahu arrastrar a Biden a una conflagración mayor? Si no es así, ¿con qué objetivo atacará a Hezbolá? Su líder, Hassan Nasrallah, se despegó rápidamente del llamado "diluvio de Al Aqsa", como denominó Hamas el ataque del 07 de octubre de 2023.
Hablando de desligarse... cada vez que Israel aceleró contra sus enemigos hasta poner en alerta a toda la zona, Washington no demoró en aclarar que, en el caso de estas acciones, nada tenía que ver con su irresponsable aliado. Es más, Hezbolá e Irán aparentan ser más funcionales a los planes de Washington que la propia Israel. ¿Estará embarcada la Casa Blanca en un doble juego? ¿Hezbolá responderá con una dureza que implique una guerra abierta?
Las próximas horas quizás sean decisivas.
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