Coronavirus en Italia: desconsuelo y trastornos psicológicos tras un mes después del confinamiento

Coronavirus, Italia.

Los 60 millones de italianos que siguen en cuarentena obligatoria debido al brote del coronavirus viven una situación de nervios y desconsuelo a un mes de declarada esta medida.

Los italianos padecen desconsuelo e incertidumbre por el incierto devenir del escenario social y económico del país, ante un drama colectivo jamás pensado.

Marisa, una italiana que es dueña de un almacén reflexiona: “Al principio del brote tenía mucho miedo de salir de casa. Ahora ya me estoy acostumbrando quién sabe si volveremos a nuestras vidas de antes. Es una situación tan extraña, vivimos sin saber qué pasará mañana”.

Beppe Fiorello, actor, dijo: “Basta de canciones desde los balcones. Tenemos que vivir de luto. Se lo debemos a los muertos y sus familias”.

Maddalena Castelletti, psicóloga, comentó: “En situaciones extremas como esta, en la que reinan la incertidumbre, la ansiedad y el miedo, algunos grupos sienten la necesidad de encontrar un enemigo físico. Sin embargo, los virus, que son invisibles, difícilmente se pueden concretar en eso. Por ello todo infractor o presunto infractor se convierte en ese enemigo, un enemigo al que achacar un daño que se cree afecta a la colectividad”.

Carlo Palermo, secretario de ANAAO, aseveró: “Imagínense qué significa tener que estar en contacto permanente con la muerte, incluso remplazar a las familias y a los sacerdotes en el momento del último adiós (de los pacientes que fallecen). Es un dolor que crece cada día”.

Al igual que los médicos, también las enfermeras y el resto de los trabajadores del sector sufren fuertemente. Tanto que ya dos de ellas, que atendían a enfermos de coronavirus, incluso se han suicidado.

Castelletti, manifestó: “Han aumentado las personas que sufren de los trastornos del estado de ánimo, de insomnio y de ataques de pánico. Para el futuro, también nos esperamos una alza en los afectados por estrés postraumático y burnout (el síndrome del quemado). En los niños, en cambio, también ya hemos visto casos de depresión”.

Algunas preocupaciones, además, están muy justificadas, en particular para aquellos ciudadanos más desfavorecidos, con trabajos informales que no dan acceso a los subsidios que el Estado está ofreciendo, o víctimas del crimen organizado, como las prostitutas.

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