Philippe Loret, plomero francés, asegura ser el nieto de Adolf Hitler. Hijo de Jean-Marie Loret, quien en vida también asegurara (y prácticamente demostrara) ser hijo del dictador alemán; este hombre aseguró tener los datos suficientes para demostrar que su abuelo era -en efecto- Adolf Hitler, el Führer nazi. Leé su increíble historia.
Por Canal26
Martes 19 de Enero de 2021 - 12:25
Philippe Loret, Jean Marie Loret y Adolf Hitler. Diario26.
Por Marcelo García.*
Philippe Loret es un francés, plomero de profesión, cuya vida podría ser más o menos similar a la de cualquier mortal sobre la tierra. Loret sería uno más entre tantos seres anónimos que se ganan el pan haciendo lo suyo pero, las vueltas de la vida, lo han convertido en alguien que tiene una interesante historia que contar.
Este hombre de 64 años de edad asegura, a quien quiera escucharlo, que es ni más ni menos que descendiente directo del mismísimo Adolf Hitler.
Philippe Loret dice con tajante seguridad: "Soy el nieto de Adolf Hitler". Incluso en 2018 se sometió a pruebas de ADN para corroborarlo, un proceso que aún sigue abierto.
Resulta muy curiosa la historia de Philippe Loret, que comenzó a ocupar espacio en los medios luego de conocerse un diario personal escrito por Leonard Wilkes, uno de los primeros soldados aliados que desembarcó en Normandía durante el histórico "Día D". El diario personal de Wilkes fue encontrado por su hijo y algunos de los pasajes del mismo le resultaron lo suficientemente atractivos e intrigantes como para guardárselo sin darlos a conocer.
Leonard Wilkes escribió en su diario algunas cosas que vendrían a corroborar lo que en algún momento contó Jean Marie Loret, padre de Phillipe.
Leonard Wilkes (a la derecha) y su hijo (izquierda). Foto MercekTV.
Decía Wilkes en su diario: "Hoy fue un día interesante. Visitamos la casa en la que Hitler permaneció como cabo en la última guerra, vi a la mujer que tenía un hijo de él. Ella nos dijo que su hijo estaba luchando en el ejército francés contra los alemanes".
Leonard Wilkes estaba convencido de la historia que Jean Marie Loret se encargó de dar a conocer muchos años después. Cuando Adolf Hitler era un modesto y casi anónimo cabo alemán apostado en Francia en el verano de 1917 conoció y mantuvo relaciones con una mujer llamada Charlotte Lobjoie. Hitler tenía 28 años de edad y ella apenas 16 y de esos encuentros entre ambos nació, en 1918, Jean Marie Loret.
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Hitler no hablaba francés y Charlotte no hablaba alemán, la relación y la comunicación entre ellos rápidamente se esfumó pero había quedado como prueba irrefutable de sus encuentros el pequeño Jean Marie. Charlotte entregó en guarda al pequeño hijo a otra familia y el resto es historia, pero la vida los volvió a reunir en momentos en que los nazis ocupaban Francia y la Resistencia francesa comenzaba a hacerse notar. Jean Marie Loret se reencontró con su madre. Charlotte Lobjoie, de inmediato, confesó algo que marcó para siempre la vida de Jean Marie Loret: le contó sobre su encuentro con Hitler en Fournes-en-Weppe, cerca de Lille (Francia) en algún momento de 1917, le habló sobre sus relaciones con el por entonces ignoto cabo alemán y finalmente le dijo que él (Jean Marie) era fruto de aquella fugaz relación. Jean Marie Loret se enteraba por fin de la noticia de su vida: era el hijo no reconocido de Adolf Hitler.
Pasaron los años y cuando finalmente Charlotte Lobjoie falleció fue su hijo quien comenzó a descubrir cosas muy sugestivas entre las pertenencias de su difunta madre. Varios objetos personales de poca importancia y, fundamentalmente, un viejo cuadro pintado y firmado por el mismísimo Hitler colgado como si nada en una de las paredes del hogar. En el cuadro se veía a una campesina de aspecto idéntico al de Charlotte.
Charlotte Lobjoie y el cuadro pintado y firmado por Adolf Hitler. Foto Keith Waldegrave.
Desde entonces, la lucha de Jean Marie Loret por ser reconocido como el verdadero hijo de Hitler no tuvo descanso, ni pausa. Llegó a contactarse con abogados e incluso se llegaron a realizar los estudios correspondientes con el fin de demostrar la veracidad de sus dichos. Nunca tuvo el "eco esperado", vaya uno a saber por qué extrañas motivaciones, pero Loret tenía el mismo grupo sanguíneo que Hitler (y como otro dato de sumo interés, pruebas caligráficas aseguran que hasta tenía los mismos trazos de escritura).
Pasaron los años y Jean Marie Loret logró hacer de la suya una vida más o menos normal, pese a la tremenda carga de "saberse" hijo de uno de los personajes más nefastos de todos los tiempos. Y más: tuvo descendencia. Siete hijos lo escucharon atónitos hace muchos años cuando Jean Marie los reunió en la intimidad de su hogar y les dijo: "Niños, tengo algo para decirles: su abuelo es Adolf Hitler".
Jean Marie Loret, aseguró ser el hijo de Adolf Hitler. Foto Keith Waldegrave.
Certificado de nacimiento de Jean Marie Loret. Francia, 1918.Foto Keith Waldegrave.
Los niños reaccionaron como pudieron, del mejor modo posible, ante la estremecedora revelación que les había confesado su padre, pero uno de ellos, Philippe, sintió la irrefrenable necesidad de volver a hablar del tema. Philippe Loret pasó muchos años "mirando hacia otro lado", guardando silencio e incluso llegó a mantener el secreto con parientes cercanos o familiares de su esposa. Pero para él, ese silencio se acabó y finalmente se animó a mostrarse públicamente asegurando "su verdad".
Philippe Loret, más allá del silencio autoimpuesto, nunca se quedó quieto ni conforme y fue así que tras la muerte de su padre viajó a Alemania en 1985. Allí mantuvo encuentros con Gudrun Himmler (conocida como Gudrun Burwitz, apellido de su esposo), hija del Jefe Supremo de las temibles SS, Heinrich Himmler. Gudrun, además de ser una de las responsables de "Stille Hilfe" ("Ayuda Silenciosa", una agrupación que desde los años '50 se dedica a ayudar y proteger a los nazis en fuga) se encargó de presentar a Philippe Loret con una amante de Hitler, desconocida por muchos hasta entonces.
Philippe Loret, Jean Marie Loret y Adolf Hitler.
Philippe Loret con fotos de Jean Marie Loret y Adolf Hitler.
"Ella creía que yo era el nieto de Hitler", dijo Loret, "porque había oído hablar que él había engendrado un hijo en Francia. Esto significa que su círculo íntimo sabía de Hitler tenía un hijo secreto (…) Hitler tenía más de dos amantes. La mujer que conocí fue amante de Hitler. No voy a nombrarla, pero me dijo que Hitler era un amante tierno y bueno".
*Periodista de Diario26 y escritor.
Instagram: @marcelo.garcia.escritor
Twitter: @mdGarciaOficial
Fuentes de consulta:
- Perfil
- http://code.jc-mouse.net
- http://www.dailymail.co.uk
- http://historiasladob.blogspot.com.ar
- http://mercek.tv
(Los temas publicados y los tags no expresan ideología política. Sólo investigación histórica)
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