Esta semana Argentina se transforma en un horno con una ola de calor sofocante, pero no es la primera vez que la Ciudad registra térmicas de más de 40 grados. En 1957 se registraron cifras históricas e incluso se lamentó la pérdida de vidas humanas por insolaciones. Crónicas de un enero caliente.
Foto Archivo General de la Nación.
La Ciudad de Buenos Aires, y todo el país, está atravesando una ola de calor de altísimas temperaturas y los cuidados a tener en cuenta como hidratarse y evitar -por ejemplo- ropa oscura al salir a la calle se vuelven una constante de la rutina. Pero esta no es la primera vez que los porteños sienten "ardor" al pisar el asfalto, la historia de aquellos 43° de enero que sofocó a la población.
El 29 de enero de 1957 fue martes, un día que pasaría a la historia por registrar la temperatura máxima absoluta en la Ciudad con 43,3°. Videos, fotos y crónicas daban cuenta de una jornada sofocante que había iniciado días atrás con una ola de calor casi imposible de sobrellevar. "Intensa ola de calor en todo el país", "¡Récord del siglo! 43,3°", "Los porteños seguimos bufando: día tropical ha soportado hoy la ciudad"; se puede leer en las tapas de los diarios de aquella época.
Un joven con un cubo de hielo.
"Buenos Aires. Récord absoluto de temperatura. El termómetro enloquecido, alcanza alturas de vértigo: 43 grados, 3 décimas. Se asa estoicamente, y anota una cifra sin parangón en 100 años. Abrumada la gente, trata de refrescarse, con éxito muy relativo", se puede escuchar al locutor de un video difundido por la cuenta oficial del Archivo General de la Nación.
El “infierno” había comenzado dos días antes, el domingo y el lunes se registraron cifras de 39,5° y 39,3°. Si bien después de ese martes las temperaturas bajaron, se debieron lamentar víctimas fatales como relató La Nación: "Casos fatales de insolación". La prensa confirmó que once personas perdieron la vida y
Tapa de La Nación.
Para esa época era común visitar el Balneario Municipal y el Balneario de Núñez, además los porteños se la rebuscaban como podían para evitar padecer estas temperaturas como beber agua, buscar sombra y evitar trámites en horas donde el sol se convertía en el enemigo número 1. Por ahora, los 43,3° de hace 65 años son el récord de temperatura más alta en la “Ciudad de la furia”.
A nivel nacional es Villa María -al norte de Córdoba- la ciudad que registró el récord de temperatura con 49,1° el 2 de enero de 1920. Por lo pronto los porteños se preparan para unos días que posiblemente hagan recordar a aquella jornada de fines de los 50s y donde los consejos se repiten: hidratarse, comer liviano, reducir actividad física y usar ropa ligera.
Por Yasmin Ali
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