Setenta días después del (nunca demostrado) "suicidio" de Adolf Hitler, un submarino nazi emergió en cercanías de la Base Naval de Mar del Plata, al sur de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Las preguntas surgieron inevitables y algunas respuestas (unas pocas) salieron de la boca de Otto Wermuth, el comandante del misterioso U-530. Varios documentos desclasificados insistieron en que a bordo de la nave viajaban el Führer alemán y su esposa Eva Braun.
Adolf Hitler y la llegada del submarino U-530 a la Argentina.
En abril de 1945, mientras los rusos buscaban al líder nazi Adolf Hitler entre las ruinas de la Cancillería del Reich en Berlín, al otro lado del Océano Atlántico, el periódico estadounidense The New York Times publicaba que “los dobles del Führer han sido entrenados para ‘ser’ Hitler y para morir la muerte de los mártires en los campos de batalla a fin de que Hitler pudiera ser glorificado sin morir”. (1)
No era la primera vez que se hablaba sobre los dobles del líder nazi. Lo que sí se planteaba como una estremecedora novedad era la inquietante teoría de una muerte fraguada para esconderse, ponerse a salvo y escapar.
El entusiasmo inicial de los “rojos” por dar con un cadáver duró lo que un suspiro, ya que de inmediato comprobaron que “el Hitler muerto en Berlín” era en verdad uno de los tantos dobles utilizados para simular su presencia donde en realidad no estaba. Esta versión fue ventilada el 2 de mayo de 1945 por la agencia periodística rusa Tass, que informó que “al hacer correr la noticia de la muerte de Hitler, los alemanes esperan evidentemente preparar la posibilidad de que desaparezca del escenario y pase a una existencia clandestina ilegal”.
Pese a los esfuerzos, nadie lograba encontrar a Hitler. Mucho menos después de conocerse un informe del mariscal ruso Georgi Zhukov, que aseguraba que “un submarino de tipo gran crucero abandonó Hamburgo antes de la llegada de las tropas británicas, llevando varios pasajeros entre los cuales figuraba una mujer”. Hacía referencia, sin mencionarla, a Eva Braun, esposa de Hitler. Esta situación motivó una rápida respuesta de los norteamericanos, quienes argumentaban desconocer la suerte de un convoy de submarinos a los que daban por hundidos o al menos sin “el suficiente radio de acción para llegar a Japón”.(2)
¿Pero qué decir sobre una posible llegada de esos U-Boots furtivos a la Argentina, tal como había asegurado Josef Stalin con anterioridad?
Entrada del U-530 al puerto de Mar del Plata.
El U-Boot nazi "rendido" en la Base Naval marplatense.
El 10 de julio de 1945, lejos de Berlín, nada hacía suponer que la monotonía iba a quebrarse durante la fría mañana. Sin embargo, un submarino alemán emergió a poco más de dos kilómetros de la Base Naval de la Marina Argentina en la balnearia ciudad de Mar del Plata.
Tras un intercambio de señales coordinadas por el capitán (proaliado) Francisco Paco Manrique, el “Lobo Gris” se entregó a las autoridades nacionales y el interrogante ya no se pudo evitar. ¿Qué hacía el submarino U-530 en aguas argentinas a setenta días del "suicidio" de Adolf Hitler y el final de la guerra para el bando alemán?
El submarino en la base y los marinos argentinos a bordo.
Otto Wermuth, comandante de la nave, dijo que el 12 de mayo lo sorprendió el final de la guerra en altamar y que el inicio de la Aktion Regenbogen (Operación Arco Iris) lo llevó a someter el destino final a votación entre sus tripulantes, quienes curiosamente optaron por ir a la Argentina. No obstante, hubo otras cosas que Wermuth no pudo explicar, entre ellas los veintidos torpedos faltantes, las cartas de navegación echadas al mar y la ausencia de un bote de goma salvavidas que previamente alguien se había encargado de usar.
¿Qué habría sido del U-530 entre el 12 de mayo y el 10 de julio? ¿A quiénes trasladó y dónde se utilizó el bote que faltaba?
Diario La Capital de Mar del Plata, miércoles 11 de julio de 1945.
Diario Crítica, miércoles 11 de julio de 1945. Parte de la tripulación.
Pasaron solo cuatro días para que, según lo expresado en el memorando del FBI del 14 de julio de 1945, las primeras respuestas comenzaran a aflorar. El paper señalaba que el 20 de junio Hitler -con leves cambios en su fisonomía- desembarcó del submarino U-530 cerca de la bahía San Julián (en la provincia argentina de Santa Cruz), donde era aguardado por el mayor Justo León Bengoa, encargado de escoltarlo hacia un escondite al que el documento ubicaba sin mayores detalles en algún paraje perdido de la zona del Chaco (este dato era incorrecto), al norte de la Argentina.
Una de las fotos más sugestivas del U-530 en Mar del Plata: víveres a granel y comida fresca a bordo. ¿Se mantuvieron así tras setenta días? o ¿se reaprovisionaron en Argentina antes de entregarse?
A ese informe, los Aliados agregaron nueva documentación generada en Londres que indicaba que “en numerosas esferas oficiales de esta capital, se insiste en que el jerarca nazi Hitler desembarcó en la Argentina el 30 de junio último llevado por el U-530. Se inclinan en dichas esferas a dar crédito a la versión por el bote de goma faltante con que se hallaba dotado el submarino rendido en Mar del Plata diez días después del que se fija como el desembarco de Hitler”.(3) Agregaba además que “se ha avistado a un grupo de hombres en un bote de goma acercándose a la costa a unas 100 millas al sur de Mar del Plata, donde se ha rendido el submarino”.(4)
Documento del FBI sobre la llegada del U-530 a la Argentina con Hitler a bordo. 14 de julio de 1945.
El caso lógicamente movilizó al gobierno argentino con la forzada intervención de César Ameghino, ministro de Relaciones Exteriores. Se informó a la prensa que ya se habían tomado las medidas necesarias -sin especificar cuáles y en qué sentido-, advertidos “ante la posibilidad de que Adolf Hitler y Eva Braun hayan desembarcado de un submarino en la costa argentina”.(5) De todos modos fueron los agentes del Federal Bureau of Investigations (FBI) quienes verdaderamente se ocuparon de llegar hasta la zona denunciada, “encontrando huellas humanas que se dirigían desde el agua, pasando por sobre la arena”, como también “huellas de neumáticos de un vehículo ubicado de forma perpendicular a la costa”.(6)
Documento de la Inteligencia estadounidense con parte de la declaración de la tripulación del U-530. 24 de julio de 1945.
Documento del FBI sobre el paradero de Hitler y la mención al submarino U-530. 1 de agosto de 1945.
Como si las cosas no estuvieran aún lo suficientemente complicadas, se sumó a las sospechas el gobierno brasileño, que acusó de manera abierta al comandante del U-530 como directo responsable del hundimiento del crucero Bahía en un dramático episodio que tuvo lugar el 4 de julio frente a las costas de Brasil, con un saldo de varios marineros fallecidos. Según los brasileños, el submarino formaba parte de un convoy que enfilaba hacia el sur del continente.
Mientras tanto, los submarinos alemanes seguían llegando a la Argentina, tal lo sucedido el 17 de agosto, cuando de las aguas marplatenses emergió de nuevo la silueta de un Lobo Gris dispuesto a ser entregado en el apostadero naval. Se trataba del U-977 bajo el mando del teniente de navío Heinz Shaeffer, quien —según su posterior declaración ante oficiales de la Marina— también se vio sorprendido por el final de la guerra y sometió el destino de la nave a votación entre los integrantes de la tripulación, que curiosamente eligieron como destino final a la Argentina. Pero esa es otra historia.
Marinos norteamericanos inspeccionando en submarino U-530 en Estados Unidos.
El U-530 torpedeado por la Armada de Estados Unidos. Cape Cod, 28 de noviembre de 1947.
Tras la curiosa rendición en el puerto marplatense, la tripulación del submarino nazi U-530 fue internada en la Argentina, y el U-Boot fue entregado a los representantes de la Armada de de los Estados Unidos que llegado -raudos- previamente a Buenos Aires. El submarino fue pacientemente estudiado por los norteamericanos y terminó sus días como sumergible experimental, para luego ser hundido como blanco naval por un torpedo del submarino USS Toro (SS-422) durante unos ejercicios llevados a cabo el 28 de noviembre de 1947, al noreste de Cape Cod.
Así, muchos de los misterios del U-530 se fueron directo al fondo del mar.
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Twitter: @mdGarciaOficial
Nota: El artículo no expresa ideología política, solo investigación histórica.
Referencias:
"La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" - Marcelo García, Editorial Sudamericana, Argentina, 2017.
(1)- The New York Times, 19 de abril de 1945.
(2)- Comunicado del Ministerio de Marina de los Estados Unidos, 13 de junio de 1945.
(3)- Cable de la agencia periodística United Press, 18 de julio de 1945.
(4)- Extraído de un artículo publicado en Washington Times Herald, Estados Unidos, 18 de julio de 1945.
(5)- Declaraciones de César Ameghino, ibid.
(6)- La obtención de esos rastros de huellas de parte de los agentes del FBI en las playas del sur argentino fue posible debido a que en esa época del año -de riguroso invierno y muy bajas temperaturas- las huellas se conservaron congeladas.