Mucho antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, el Federal Bureau of Investigation (FBI) redactó un misterioso informe que sacó a la luz los secretos planes de escape de Adolf Hitler hacia la Argentina. El paper activó una investigación que duró décadas y fue parte del plana para dar protección al Führer nazi en la antesala de la Guerra Fría.
Adolf Hitler y el documento del FBI sobre su escape hacia la Argentina.
Cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su capítulo final, los servicios de inteligencia de los Aliados aceitaron sus mecanismos y redoblaron aún más los esfuerzos por tener bajo su conocimiento y control todos y cada uno de los movimientos de Adolf Hitler, el Führer que ejercía el poder absoluto sobre la Alemania nazi.
Con ese marco, los servicios del Federal Bureau of Investigation (Bureau Federal de Investigación, o FBI) cobraron renovada importancia y sus operaciones secretas se multiplicaron mediante el despliegue de sus agentes de campo que -sigilosos- se movilizaban de manera encubierta por diferentes lugares del mundo. La Argentina no fue la excepción, sobre todo tras la palmaria comprobación de parte del poderoso organismo dirigido por John Edgar Hoover, sobre los nexos inocultables entre el país sudamericano y el régimen de Hitler desde mucho tiempos antes de comenzada la guerra. Incluso, hacia la finalización del conflicto bélico mundial, el FBI determinó una política especialmente pensada para la Argentina por estos mismos motivos. Así, se determinó que mientras en otros países se replegaban los agentes, en Argentina se hiciera todo lo contrario y se enviaran más efectivos.
Estos trabajos derivaron en una larga serie de informes, luego transcriptos a documentos inmediatamente clasificados. El FBI confeccionó un sin fin de papers que desnudaban la estrecha relación de la Argentina con los nazis, pero el primero de ellos no se redactó tras el final de la Segunda Guerra Mundial, sino bastante tiempo antes, precisamente el 4 de septiembre de 1944. Su contenido era tan sorprendente como estremecedor.
Este informe estuvo a cargo del general Daniel Milton Ladd (asesor militar del FBI) quien lo envió a Edward Allen Tamm (director adjunto del Bureau) en el que le informó que “muchos observadores políticos aseguran que Adolf Hitler buscará refugio en la Argentina tras el colapso de Alemania”, y que incluyó además la declaración testimonial de una informante que acababa de terminar una tormentosa relación sentimental con el embajador alemán en los Estados Unidos, además de ser la exesposa de Fritz Mandl, un misterioso personaje (comerciante de armas que hacía redituables negocios con Hitler) recientemente radicado en Buenos Aires. Esa inesperada informante era Hedy Lamarr, una bellísima actriz austríaca que sumaba a su currículum de sensual estrella hollywoodense inusuales cualidades de inventora y verdadera experta en telecomunicaciones, lo que podría haberla convertido en una espía excepcional.
Según el paper redactado por Ladd, el arribo de Hitler a la Argentina sería posible “después de un viaje sin escalas de 7376 millas, desde Berlín hasta Buenos Aires, en un avión especialmente construido, o bien como pasajero de un submarino de larga autonomía”. Este dato inicial, luego sería corroborado a partir de julio de 1945, con una seguidilla de documentos mucho más precisos y detallados.
El documento redactado por el FBI informando los planes de escape de Hitler. Diario 26.
El documento también hacía mención a la importante colonia alemana establecida previamente en la Argentina para dar refugio a Hitler y varios de sus colaboradores; mientras que al mismo tiempo destacaba el accionar del Conde Karl von Luxburg, un personaje que había sido ministro plenipotenciario de Alemania en Argentina hasta que en 1915 fue expulsado del país por espionaje durante la Primera Guerra Mundial, y que desde antes de la Segunda Guerra Mundial fue enviado nuevamente por el Führer a la Argentina para organizar -justamente- la llegada clandestina de submarinos a la Patagonia.
De todos modos, el plan no sorprendía a los estadounidenses que, ya para ese entonces, empezaban a dar forma -desde las sombras- a un acuerdo con el Líder nazi para protegerlo en los futuros días de posguerra, en la antesala de lo que luego sería conocido como la "Guerra Fría" lanzada como contención al avance del comunismo. Así, vale decir que en realidad, el documento del 4 de septiembre de 1944, marcaba el comienzo de una fructífera colaboración entre quienes poco después ganarían la guerra y los más destacados referentes del Nacionalsocialismo.
Este fue el contenido (oculto) más importante del documento que ahora presenta Diario26, y que activó una nueva y trascendental etapa de investigaciones exclusivamente centradas en la llegada del Führer nazi a la Argentina, y su seguimiento, que se tradujo en la redacción de un impresionante dossier, desclasificado recién en el año 1998. De esos reportes, al menos 70 páginas (que iremos presentado en sucesivos artículos en adelante) dan cuenta -incluso con todo lujo de detalles- del escape de Hitler, y su llegada y vida secreta en la Argentina y otros lugares de Sudamérica.
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Nota: El artículo solo expresa investigación histórica.