El episodio ocurrió en la calle 126 al 4000, de Villa Ponsati, cuando un amigo de la víctima recibió un mensaje que lo alertó sobre la situación.
Por Canal26
Lunes 15 de Mayo de 2023 - 15:35
Secuestró a su pareja por celos. Foto: NA.
Una mujer de 30 años secuestró por tres días a su novio en La Plata con la excusa de “evitar las posibles infidelidades de su novio”. El hecho tuvo lugar el último fin de semana.
El episodio ocurrió en la calle 126 al 4000, de Villa Ponsati, cuando un amigo de la víctima recibió un mensaje que lo alertaba de que había sido secuestrado por su novia.
Ante este mensaje el joven llamó al 911, denunció el hecho y efectivos policiales se acercaron hasta la vivienda donde constataron lo que estaba ocurriendo.
Te puede interesar:
Video: un vecino registró el supuesto secuestro de un hombre en Neuquén
En su relato la víctima de 29 años sostuvo que la mujer lo encerró en una habitación por más de 72 horas. Al ser consultado cuando había comenzado la relación el hombre señaló que fue hace seis meses.
Sin embargo, en las últimas semanas la situación se había tornado muy "enfermiza" ya que su novia le había impuesto un horario de llegada cuando salía con sus amigos y hasta lo llegó a amenazar.
Operativo policial en La Plata. Foto: El Día.
“En los últimos meses se puso peor”, afirmó el sujeto. Además, remarcó que días atrás la chica le desinstaló el WhatsApp y hasta llegó a romperle el celular para dejarlo incomunicado.
Ante los hechos denunciados agentes del Comando Patrulla (C.P.) detuvieron a la secuestradora y se le abrió una causa caratulada preventivamente como “privación ilegal de la libertad”.
1
Una mujer le propinó una golpiza a otra en un campo de golf: "Vayan al Conurbano a tomar mate"
2
Robos en autopistas: alerta por dos golpes millonarios a dos automovilistas en un mismo día
3
Violento ataque de un hombre a su pareja: la apuñaló más de 30 veces e intentó suicidarse
4
El drama de Verónica Franco: un hombre con denuncias y antecedentes mató a su sobrino
5
A 22 años del asesinato de José Luis Cabezas: una herida que no cierra