Los investigadores plantearon la pregunta de si actos como cuidar de las crías o buscar alimento pueden considerarse manifestaciones de inteligencia.
Por Canal26
Viernes 28 de Julio de 2023 - 18:30
La ciencia se encontró con un gran desafío al intentar medir la inteligencia de los animales, ya que esta no puede basarse en el mismo razonamiento humano. Es por esto que los científicos optaron por estudiar su cognición, es decir, sus habilidades mentales y procesos de pensamiento.
En un artículo publicado en la revista científica Nature en 2012, se explicó cómo las abejas utilizan ángulos en relación con la luz solar durante su danza para proporcionar información sobre la dirección de la fuente de comida. Este comportamiento llevó a cuestionar a los científicos sobre cómo medir la inteligencia animal y si es apropiado compararla con el razonamiento humano, ya que cada especie exhibe habilidades particulares para adaptarse y sobrevivir en su entorno.
Por eso, los investigadores plantearon la pregunta de si actos como cuidar de las crías o buscar alimento pueden considerarse manifestaciones de inteligencia en el reino animal, teniendo en consideración la forma en la que procesan la información que reciben del entorno.
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El concepto de cognición es esencial para comprender la inteligencia animal. La búsqueda de alimento y refugio, la toma de decisiones basadas en la información disponible, la memoria de eventos y lugares, la navegación en largas distancias e incluso la percepción del paso del tiempo son ejemplos de las capacidades cognitivas que los animales utilizan en su vida diaria.
Los científicos prefieren utilizar el término cognición en lugar de inteligencia para describir estas habilidades naturales del reino animal. Esto se debe a que la inteligencia general, que implica un rendimiento destacado en múltiples tareas cognitivas, es difícil de medir en animales humanos y no humanos. La evaluación de su "inteligencia general" puede variar según su motivación para participar en los experimentos, lo que hace que sea más práctico enfocarse en habilidades cognitivas específicas.
Un ejemplo de la cognición animal es la geolocalización de las aves migratorias. Estas aves pueden reconocer puntos de referencia y utilizar la luz solar y el campo magnético de la Tierra para navegar por vastas distancias, incluso cruzando fronteras nacionales en busca de mejores condiciones climáticas y recursos alimenticios.
Otro ejemplo destacado se encuentra en los chimpancés, que exhiben un comportamiento social complejo y una variedad de habilidades cognitivas. Estos primates mantienen lazos emocionales con sus progenitores durante toda su vida, memorizan y reconocen rostros incluso después de largos períodos sin verlos y aprenden a comunicarse mediante señales, lenguaje corporal y gestos faciales.
Además, los chimpancés pueden expresar emociones a través de vocalizaciones y ruidos con objetos cercanos, y participan en actividades recreativas similares al juego humano.
La medición de la inteligencia animal, entonces, se basa en estudiar su cognición y habilidades mentales específicas. Cada especie muestra adaptaciones y capacidades únicas para sobrevivir y prosperar en su entorno, lo evidencia la diversidad y complejidad de la vida animal.
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