El cambio climático, un enemigo de la industria del vino en América Latina

Uvas moradas. Foto: Alamy

La industria vitivinícola  en América Latina se ve cada vez más afectada por el cambio climático. Los incendios provocados por las grandes sequías, así como también las arduas heladas, provocan daños en las cosechas, por lo que mucha gente decide cambiar de sector. 

Un ejemplo de esto es Chile, donde el mercado del vino representa el 0,5% del PBI. Los incendios masivos, como el que afectó en 2017 la zona centro-sur del país, y las sequías, cada vez más agudas, están desplazando las zonas fértiles. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, estas cuestiones están teniendo sus consecuencias en las condiciones de las viñas. 

Por otro lado, en Argentina, las heladas y sequías afectaron a regiones vitivinícola como Mendoza, que encabeza el volumen de mercado interno de este licor. "La temperatura anual sube, la uva madura antes, la vendimia se adelanta, así que la nueva norma exige adaptación”, explicó Florencia Fontanarossa, empresaria argentina instalada en Alemania, y agregó que "hay bodegas que perdieron producción por estos acontecimientos tan extremos".

Vino argentino. Gentileza, Turismo Nación .

En este contexto, la producción anual en Mendoza disminuyó un 14% en el 2022 con respecto al año anterior. Entre las causas, el Gobierno destacó las heladas tardías durante octubre y las tormentas con granizo producidas entre diciembre y febrero de ese mismo año.

Esta suma de inconvenientes provocó que algunos viticultores abran otras líneas de negocio. Además, a los efectos del clima hay que sumarle el bajo costo de la uva chilena, lo que llevó a algunos productores a cambiar de sector y sustituir los viñedos por la producción de pinos o eucaliptus.

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Aumento del mercado europeo de vinos

Ante la caída de la industria latinoamericana, el mercado en Europa se hizo más fuerte. Alemania, por ejemplo, aumentó su nivel de producción de vino en 2022, con 8.900 helectrolitros, aunque está lejos de encabezar los primeros puestos a nivel mundial, ocupados por Italia, Francia y España. Chile se encuentra en el sexto lugar, seguido de Argentina, según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).

"El vino acompaña cada asado, cada parrilla, cada mesa y sobre mesa. El argentino toma vino argentino”, comentó Fontanarossa, lo que explica por qué el consumo interno del país es tan elevado, situándose en el noveno puesto de la clasificación de países consumidores de este licor. Chile, en cambio, se sitúa en el puesto número 23, según datos de la OIV.