La situación es tan dramática debido a la merma casi total del caudal de uno de los brazos del río Magdalena que la alcaldesa de Campo de la Cruz, Vanesa Torres, declaró el estado de 'calamidad pública' para atender la emergencia.
Por Canal26
Sábado 3 de Febrero de 2024 - 17:40
En el departamento colombiano del Atlántico, más precisamente en Campo de la Cruz, Manatí, Suan y otros pueblos están muriendo de sed. Los cuerpos de agua que dependen del río Magdalena, el más importante del país, están casi secos y el agua potable empieza a faltar por la intensa sequía causada por el fenómeno de El Niño.
Lucio Ávila, un campesino de 45 años que toda su vida ha trabajado en fincas ubicadas en el distrito de riego de Manatí, observa con preocupación que cada día los niveles del Magdalena y del Canal del Dique siguen bajando y la tierra de la que vive está cada vez más seca.
"Bajo, bajo, el nivel está bastante bajo. En años anteriores el Canal del Dique apenas comenzaba a bajar para este tiempo y hoy apenas estamos empezando febrero y mira por donde va", le dijo a EFE preocupado por la escasez de agua en una zona en la que sus habitantes viven de la agricultura y la ganadería, actividades que hoy no son productivas.
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A menos de 10 kilómetros de allí, en la bocatoma del acueducto de Campo de la Cruz, pueblo que se abastece del río Magdalena, trabajadores con maquinaria pesada rompen la tierra para hacer un canal que lleve agua a los 24.000 habitantes del pueblo que literalmente se mueren de sed.
La situación es tan dramática debido a la merma casi total del caudal de uno de los brazos del río Magdalena que la alcaldesa de Campo de la Cruz, Vanesa Torres, declaró el estado de 'calamidad pública' para atender la emergencia.
"Por el momento, con los trabajos que se están adelantando hay una solución provisional al tema de suministro a Campo de la Cruz, pero si el nivel del río Magdalena sigue bajando al ritmo que lleva, en dos semanas ya no tendríamos agua", explica a EFE el secretario de Planeación de ese municipio, Lewis Rafael Valencia.
En la explanada en la que se convirtió un brazo del río, el operario de una excavadora retira arena para tratar de conectarlo nuevamente con el cauce principal y hacer un trasvase para que el agua vuelva a correr.
"El río se retiró y la barcaza en donde está el sistema de captación quedó sobre lodo y no había manera de enviar agua potable a Campo de la Cruz y el corregimiento de Bohórquez", explicó Valencia.
Según el funcionario, la falta de lluvias también ha provocado incendios forestales que han quemado unas 14 hectáreas.
"Este punto de Campo de la Cruz es el más crítico, vamos a garantizar que no haya desabastecimiento total ni en la cabecera municipal, ni en el corregimiento de Bohórquez", manifestó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, en una visita que hizo al pueblo el
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