Jugar con fuego: Israel e Irán miden fuerzas en medio de la escalada de violencia en Medio Oriente

Iraníes portan un modelo de misil. Foto: Reuters

La tensión entre Israel y Irán atraviesa horas críticas, en especial tras una nueva ofensiva que habría sido lanzada desde las fuerzas del Ejército israelí, aunque todavía no hay confirmación. Mientras avanzan las operaciones en la Franja de Gaza, el país de Benjamin Netanyahu enfrenta una nueva escalada de violencia. Si bien los últimos gestos pueden señalar a un horizonte con mayor calma, puede revertirse con pocas acciones.

Lo cierto es que el pasado lunes 1 de abril puede hallarse el punto de inflexión en la vieja rivalidad entre ambos países de Medio Oriente. En un ataque israelí, se destruyó un consulado iraní que estaba instalado en Damasco, Siria. Esta ofensiva produjo bajas sensibles: siete integrantes de la Guardia Revolucionaria, entre ellos dos generales.

Ataque a embajada de Irán en Siria. Foto: Reuters.

A modo de una respuesta, con avisos previos, las fuerzas iraníes lanzaron un fuerte ataque contra el territorio israelí el pasado sábado. Gracias a las defensas antiaéreas, incluso el apoyo de potencias occidentales, se pudo disminuir el daño, aunque no la tensión entre ambas naciones.

La última muestra de escalada se dio el pasado viernes en la madrugada. Israel decidió dar una nueva respuesta a la violencia, aunque se trató de un ataque medido que todavía no fue reconocido por sus autoridades. El blanco estuvo en la provincia de Isfahán, que resulta un punto más que delicado por las instalaciones nucleares que hay allí, aunque no sufrieron ningún tipo de daño.

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Occidente, en busca de frenar la escalada

Algo que resultó de importancia para se frene la violencia, al menos de momento, fue la presión por parte de países como Estados Unidos, que instaron a que no sigan los ataques con advertencias directas de Joe Biden al propio Benjamin Netanyahu. Además, autoridades militares iraníes dieron señales de que no planean una respuesta contra Israel, al menos en el corto plazo.

Pese a los mensajes por parte de distintos líderes internacionales, así como organismos tales como ONU y el G7, la tensión parece difícil de desaparecer en poco tiempo. La escalada parece estar atada a las consecuencias que se generen, que hasta ahora no llegaron a hacerse sentir, ya sea por defensas o por ataques que solo buscan demostrar poderío. 

El presidente estadounidense Joe Biden junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Archivo Reuters

Lo cierto es que es la primera vez que ambos países deciden atacarse en sus territorios, algo inédito en su histórica rivalidad. Por esto mismo, aparece como una necesidad de ambas partes que se busque una desescalada total, en especial con los aliados de cada país jugando fichas para lograr que se detengan las ofensivas que pueden llevar a daños graves, algo que todavía no se dio por detalles.