Intolerancia religiosa y violencia en Israel contra católicos

Ciudadanos israelíes fueron arrestados después de ser grabados insultando y escupiendo al abad cristiano Nikodemus Schnabel, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Por Canal26

Martes 6 de Febrero de 2024 - 14:45

Ciudad vieja de Jerusalem. Foto: Alamy Ciudad vieja de Jerusalem. Foto: Alamy

Dos jóvenes israelíes fueron arrestados después de ser captados en un video insultando y escupiendo al abad cristiano Nikodemus Schnabel en la Ciudad Vieja de Jerusalén. El incidente, ocurrido el pasado 3 de febrero, tuvo lugar en medio de una entrevista que la reportera alemana, Natalie Amiri (de ARD TV) le estaba realizando a Schnabel  y fue rápidamente condenado, de manera unánime, por los gobiernos de Alemania e Israel, así como por la Autoridad Palestina.

Desde que el actual gobierno encabezado por Benjamin Netanyahu asumió el poder, los grupos extremistas judíos parecen haber ganado cada vez más influencia en la política israelí. Incluso, parte de la coalición que respalda al gobierno de Netanyahu incluye partidos ultraortodoxos que promueven la supremacía judía en esta región de Oriente Medio.

En las imágenes, confirmadas como auténticas por el abad benedictino en su perfil de la red social X (antes Twitter), se observa a dos jóvenes judíos confrontando al religioso cerca de la puerta de Sion en Jerusalén, antes de que las fuerzas de seguridad los obligaran a irse. Según fuentes policiales citadas por el diario 'Haaretz', uno de los detenidos tiene 17 años.

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El embajador alemán en Israel, Steffen Seibert, denunció este "comportamiento bochornoso" en su cuenta de la red X, expresando su enojo especialmente hacia " “aquellos que enseñan que ser judío significa despreciar a los cristianos o a cualquier otra religión".

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, lamentó el "desagradable incidente" y condenó enérgicamente estos ataques contra miembros de otras religiones. La Autoridad Palestina, a través de un comunicado emitido por su Ministerio de Relaciones Exteriores, calificó el incidente como un “ataque colonial racista que refleja la cultura del odio, la malicia y la negación de la existencia del otro, y refleja el alcance de la incitación y movilización racista ejercida por miembros de las comunidades extremistas coloniales”

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