Guterres inauguró la cumbre climática de la ONU: "Abrimos las puertas del infierno"

Antonio Guterres. Foto: EFE.

Antonio Guterres, el secretario general de la ONU estuvo presente en la apertura de la cumbre del clima en la Asamblea General del organismo, que se celebra en Nueva York. Allí se refirió a los terribles efectos de la crisis climática, planteando que la humanidad abrió "las puertas del infierno" por las temibles temperaturas máximas que se alcanzaron en el último período.

"Abrimos las puertas del infierno. El fuego tiene efectos terribles. Los agricultores ven con horror cómo las inundaciones se llevan sus cultivos. Las temperaturas sofocantes dan luz a enfermedades. Y miles huyen con miedo a medida que se extienden los incendios históricos", explicó en su discurso de apertura de la cumbre. El político portugués planteó que todavía hay tiempo para evitar que la temperatura mundial supere 1,5 grados por arriba de los límites preindustriales. 

Antonio Guterres. Foto: EFE.

Sin embargo, para lograr este cometido, expresó la necesidad de terminar con las subvenciones millonarias a las energías fósiles y poner más impuestos al carbono, entre otras medidas. Guterres fue particularmente crítico con las empresas que, en sus palabras, han "tratado de bloquear" la transición energética a una economía de cero emisiones, "utilizando su riqueza y su influencia para aplazar, distraer y engañar".

Además mostró empatía hacia los países menos industrializados, que padecen los impactos más destructivos de una crisis climática a la que no contribuyeron, donde además se ven estancados en una situación de deuda insostenible con los países más ricos. Por este motivo, Guterres repitió su demanda de que las naciones reformen los bancos de desarrollo multilaterales para que den más alternativas de financiación privada a los países en desarrollo a costos razonables.

"Una cumbre no cambiará el mundo"

En este sentido, instó a las potencias a cumplir con su compromiso de dedicar 100.000 millones de dólares anuales a disminuir las consecuencias del cambio climático en los países pobres, que se acordó en 2009 y hasta ahora no se realizó. "Una cumbre no cambiará el mundo", admitió el secretario general de la ONU, aunque confió en que su iniciativa pueda generar un nuevo impulso para avanzar en los objetivos climáticos internacionales.

Antonio Guterres. Foto: Reuters.

La Cumbre de Ambición Climática de la ONU ocupa el turno del día miércoles, en el marco de la Semana de Alto Nivel de la Asamblea de Naciones Unidas, que ocurre en Nueva York. Durante el evento, la organización espera poner el foco sobre los países que mayor progreso están haciendo en la cuestión climática y proponer ejemplos para acelerar la transición energética en el mundo. 

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La disruptiva apertura de Guterres en la ONU

"Nuestro mundo se está desquiciando. Las tensiones geopolíticas están aumentando. Los desafíos globales se están incrementando. Y parecemos incapaces de unirnos para responder. Nos enfrentamos a una serie de amenazas existenciales -desde la crisis climática hasta las tecnologías disruptivas- y lo hacemos en una época de transición caótica", advirtió al comienzo de su discurso Guterres, en la apertura de la Asamblea General de la ONU.

"Nuestro mundo se está desquiciando. Las tensiones geopolíticas están aumentando. Los desafíos globales se están incrementando. Y parecemos incapaces de unirnos para responder. Nos enfrentamos a una serie de amenazas existenciales -desde la crisis climática hasta las tecnologías disruptivas- y lo hacemos en una época de transición caótica"

"Nos estamos acercando cada vez más a una gran fractura en los sistemas económicos y financieros y en las relaciones comerciales, que amenaza una Internet única y abierta con estrategias divergentes en materia de tecnología e inteligencia artificial y marcos de seguridad potencialmente conflictivos. Ya es hora de renovar las instituciones multilaterales basadas en sobre las realidades económicas y políticas del siglo XXI, arraigadas en la equidad, la solidaridad y la universalidad, y ancladas en los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional", siguió.  "Todos los continentes, todas las regiones y todos los países están sintiendo la presión. Las acciones están siendo abismalmente insuficientes. Todavía hay tiempo para mantener el aumento de las temperaturas dentro de los límites de 1,5 grados del Acuerdo de París, pero eso requiere medidas drásticas ahora", dijo.