Diario26.com presenta en exclusiva una larga serie de documentos -oficiales y desclasificados- de la Armada Argentina con las operaciones destinadas a detener a los submarinos nazis furtivos en aguas jurisdiccionales argentinas a tres meses desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. La trama oculta que desnuda la verdad de los hechos y da por tierra con las versiones que tildan a la llegada de los U-Boots como mera leyenda.
Submarinos nazis en la Argentina.
La llegada de submarinos alemanes a las costas de la República Argentina es -aún en los tiempos que corren- un tema tabú. Desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial y durante los primeros días de la posguerra, los relatos sobre los convoyes de U-Boots nazis estuvieron a la orden del día y fueron la comidilla de fabuladores, autoridades, curiosos, improvisado y -sobre todo- investigadores. Pero para desgracia de los negacionistas del tema y la absoluta perdición de los incrédulos, nada de eso fue leyenda o historia fantástica, y esto es posible afirmarlo gracias a la valiosa y profusa información comprobable que da cuenta de ello. Es la divisoria de aguas: entre la fantasía y la realidad están los documentos desclasificados.
Como investigador histórico y escritor, como incansable buscador de datos confiables que saquen a la luz la verdadera historia, consultar miles de páginas de papers sobre las misiones secretas de los "Lobos grises" nazis que ponían proa con rumbo a las costas argentinas, redactados por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos y Gran Bretaña, fue desde siempre una premisa inevitable. Sin la documentación resulta imposible afirmar si los hechos sucedieron tal como muchos contaron y tantos han negado.
Pero la búsqueda no se limitó únicamente a los archivos generados por los ganadores de la guerra, sino que también motivó la recopilación y una minuciosa consulta a los documentos que estuvieron a cargo de la Armada Argentina. Entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945, la Marina lanzó una serie de intrigantes comunicados concatenados sobre las operaciones cuyo objetivo era el de ubicar y detener las manadas de U-Boots nazis que surcaban los mares hasta el cono sur de América con destino final en la Argentina.
Esas misiones ya eran habituales desde el año 1943, primero bajo el nombre en clave de "Aktion adler flug" (Operación vuelo del águila - que también incluyó vuelos secretos), y luego como "Aktion Feuerland" (Operación Tierra del Fuego) en 1944, pero cuando el telón de la Segunda Guerra Mundial cayó implacable sobre la derrotada Alemania nazi, se activó la última -y tal vez más importante- misión secreta conocida en reducidos ámbitos de la inteligencia aliada, alemana y argentina como "Aktion übersee süden" (Operación Ultramar sur), cuya principal finalidad fue poner a salvo al Führer nazi Adolf Hitler, a su esposa Eva Braun y a un séquito integrado por gente de su confianza.
Los documentos que aquí se presentan son parte de las acciones desplegadas por la facción de la Armada Argentina que estaba completamente al margen y fuera de todo conocimiento de esas operaciones. Se trata de una serie de informes que sacan a la luz la llegada de los submarinos furtivos y el caótico desconcierto que reinaba entre los efectivos navales anti nazis.
Ahora, Diario26.com presenta esa documentación en exclusiva y analizada al detalle.
17 de julio de 1945: el teniente de fragata Héctor C. Migone -jefe de la sección C4 del Estado Mayor General del Ministerio de Marina- reporta sobre el avistaje de un submarino en la zona costera de San Clemente del Tuyú, al sur de la Provincia de Buenos Aires, y comparte dos escuetos cablegramas con el resultado de los primeros operativos.
17 de julio de 1945: el capitán de navío José J. Almagro -jefe de División del Ministerio de Marina- informa al comandante en jefe de la Escuadra de Mar que se tenía en conocimiento el inminente arribo de otro submarino alemán para antes del día 22 entre la desembocadura del Río de la Plata y el Cabo Blanco (Provincia de Santa Cruz).
18 de julio de 1945: desde la Jefatura de las Escuadra de Mar (Escumar) se emite un cable informativo en clave destinado a los buques vigilantes mediante el cual se los pone al corriente sobre el ataque con bombas de inmersión contra un submarino en cercanías de la zona conocida como El Fuerte en San Clemente del Tuyú. Estas operaciones eran ordenadas y llevadas a cabo por oficiales de la Marina que no estaban en conocimiento de los acuerdos previos alcanzados entre los comandantes de las naves nazis y altos oficiales del Ejército que copaban de facto el Gobierno Nacional.
21 de julio de 1945: el vicealmirante Héctor Vernego Lima -jefe del Estado Mayor de la Fuerza Naval- redacta uno de los más significativos cables de esta serie de documentos, desnudando el plan para permitir la llegada de los submarinos nazis sin inconvenientes a las costas argentinas. El paper también llevaba la firma del capitán de navío José J. Almagro, y estaba destinado a las Escuadras de Mar y Río (Escumar y Escurios). Fue el más conciso y claro respecto de las acciones a tomar. Decía simplemente: "Levantar patrullado de la costa marina"
Todo dicho.
23 de julio de 1945: uno de los documentos más importantes por el tenor de la información contenida, que explicaba la gran facilidad con la que emergían en aguas jurisdiccionales argentinas las manadas de U-Boots furtivos. Fue redactado por el capitán de navío Luis F. Merlo Flores -comandante de la Base Naval de Puerto Belgrano- e iba dirigido a la Escuadra de Mar. La nota habla de la existencia en Montevideo (Uruguay) de una estación de interceptación y criptoanálisis "capaz de obtener una clave puesta en vigor" por la Armada Argentina, con lo cual se reenviaban los mensajes descifrados a los comandantes de los submarinos alemanes para que evitaran los patrullajes que pretendían detenerlos.
24 de julio de 1945: el comandante Francisco J. Clarizza, prefecto General Marítimo, informa que el día 23 se avistó frente a la localidad de Copetonas (al sur de la Provincia de Buenos Aires) a un submarino emerger y navegar en superficie a unas 10 millas náuticas de la costa. El memorándum contenía el reporte del Subprefecto Inspector Demetrio Vergara, en base a la declaración testimonial de un pescador de la zona, identificado con el apellido Alfaro.
26 de julio de 1945: este cable informativo confirma el contenido del documento anterior y agrega el dato de que el submarino se encontraba navegando con proa al sur.
26 de julio de 1945: el comandante Franciso J. Clarizza solicita ampliar la información relativa a la aparición del submarino alemán.
2 de agosto de 1945: el capitán de navío Ernesto R. Villanueva envía al Jefe del Estado Mayor General un informe en el cual recomienda tomar una medida destinada a quitarle todo margen de maniobra los comandantes de los submarinos alemanes, quienes gracias al descifrado de los mensajes de la Marina Argentina en la estación clandestina de Montevideo, contaban por anticipado con la información sobre el despliegue de las operaciones para atraparlos. En el documento, Villanueva deslinda la responsabilidad de los integrantes de la Fuerza Naval por la filtración de esa información y sobre el final de la nota dice: "Se estima conveniente el cambio de las claves utilizadas en los mensajes que motivaron este expediente".
Los documentos desclasificados de la Armada Argentina fueron confeccionados cuando ya habían transcurrido tres meses desde la derrota y rendición de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, y confirman que la Fuerza Naval (con mayoría de oficiales plegados desde el conflicto bélico al bando pro aliado) no estaban al tanto de los acuerdos que un reducido grupo de militares locales había sellado con los nazis. La "Aktion übersee süden" (Operación Ultramar sur) estaba en marcha.
El 10 de julio de 1945, el submarino nazi U530 se entregó en la Base Naval de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires) y lo mismo sucedió el 17 de agosto de 1945 con el U977. En el caso del primer submarino, muchos documentos de la inteligencia estadounidense insisten en afirmar que trasladó hasta la Argentina al Führer nazi Adolf Hitler y a su esposa Eva Braun.
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Nota: El artículo solo expresa investigación histórica.
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