Del exilio al poder: la organización detrás del retorno al país de Juan Domingo Perón

Este regreso, cargado de simbolismo, marcó un capítulo crucial en la historia argentina, consolidando el poder del peronismo y dejando una huella imborrable en la memoria colectiva del país.

Por Evelyn Quinteros Rios

Viernes 17 de Noviembre de 2023 - 09:53

En las elecciones de 1973, Juan Domingo Perón ganó las elecciones por tercera vez. Foto: Archivo. En las elecciones de 1973, Juan Domingo Perón ganó las elecciones por tercera vez. Foto: Archivo.

Un lluvioso 17 de noviembre de 1972, se produjo en el país el retorno de Juan Domingo Perón, un líder que marcó una de las eras más importantes de la política argentina. Tras 17 años de exilio, el General regresó en un vuelo desde Roma, siendo recibido por una multitud que anhelaban su vuelta. 

El anuncio de su retorno, realizado por el mismo Perón el 17 de octubre, en el marco del Día de la Lealtad, desencadenó un proceso de movilización política y social que culminó, finalmente, con su llegada. La fecha de su vuelta, fijada por Héctor Cámpora para el 17 de noviembre, dio paso a una serie de preparativos para el vuelo, que partió desde Buenos Aires el 14 de noviembre.

Quien traería al General sería un avión de Alitalia, el famoso "Giuseppe Verdi", que contaría con la presencia de cientos de figuras del deporte y el espectáculo, todos peronistas. Más allá de la simpatía y de la idea de darle al vuelo un carácter de masivo y popular, el objetivo de los organizadores era desalentar cualquier intento del gobierno militar del general Alejandro Lanusse de frustrar su llegada.

Perón en España. Foto: AGN. Juan Domingo Perón en España. Foto: AGN.

Juan Domingo Perón, el fundador del movimiento justicialista, retornaría en un contexto atravesado por el "Cordobazo" de 1969 y varias otras luchas populares, huelgas y movilizaciones que decoraron, durante años, el clima de época de la Argentina.  Onganía, que se pensaba como un presidente que gobernaría por veinte años, fue derrocado por los mismos militares en julio de 1970, que entendieron que era urgente negociar una salida ante el creciente malestar social.

En este sentido, el cambio de poder con la salida de Onganía y la estrategia del Gran Acuerdo Nacional de Lanusse para llamar a elecciones sin proscripciones, normalizar las instituciones y dejar sin sustento a las organizaciones guerrilleras, allanó el terreno para la vuelta del General.

A pesar del "gesto" de entregar el cadáver de Eva Perón, oculto por años, y las medidas políticas de Lanusse para obstaculizar el ascenso del peronismo, la consigna "Luche y Vuelve" fortaleció la movilización de Montoneros y la Juventud Peronista.

Lanusse, cansado de las especulaciones, decidió mostrar su costado más desafiante hacia la figura de Perón. "No me corran más a mí, ni voy a admitir que corran más a ningún argentino, diciendo que Perón no viene porque no puede. Permitiré que digan porque no quiere, pero en mi fuero íntimo diré porque no le da el cuero para venir".

Alejandro Agustín Lanusse y Juan Domingo Perón Alejandro Agustín Lanusse y Juan Domingo Perón. Foto: Archivo.

“La República no puede seguir viviendo extorsionada por los caprichos de un hombre que está muy próximo a que quede demostrado que no tiene mucho interés en servir a su patria; sino, por el contrario, lo digo levantando la voz y haciéndome plenamente responsable de lo que digo: de lo que tiene interés es de seguir sirviéndose de su patria, como lo hizo toda la vida. ¿O alguien me puede decir de un sacrificio de Perón? ¿O de un riesgo personal que voluntariamente haya corrido?, agregó. 

Juan Domingo Perón

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El 16 de noviembre, el vuelo partió desde Argentina con una comitiva de destacadas personalidades. Entre los 153 acompañantes, se encontraban Antonio Cafiero, Oscar Bidegain, Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde, José María Rosa, Nilda Garré, Hugo del Carril, Guido Di Tella, Emilio Mignone, Leonardo Favio, José Francisco Sanfilippo, José Froilán González, Marilina Ross, Chunchuna Villafañe, Miguel Bellizzi (responsable del primer trasplante de corazón en el país), Martha Lynch, Raúl Matera, Silvana Roth. También viajaron dirigentes sindicales como José Rodríguez, Casildo Herrera y Rogelio Coria; y los sacerdotes Carlos Mugica y Jorge Vernazza. Posteriormente, en Roma, se sumaron los dos últimos pasajeros: Perón y su esposa María Estela Martínez de Perón, también conocida popularmente como "Isabel". 

Pasadas las 11 de la mañana, Perón llegó a Argentina. En la pista, José Ignacio Rucci, secretario general de la CGT, lo protegía de la lluvia con un paraguas. Junto al general, se dejaba ver Juan Abal Medina, hermano de Fernando, fundador de Montoneros que había muerto dos años antes en un enfrentamiento. Su llegada a Ezeiza ese 17 de noviembre fue recibida con entusiasmo por miles de argentinos, a pesar de la lluvia y un fuerte operativo de seguridad. Mientras tanto, la comitiva, encabezada por Héctor José Cámpora, permaneció horas en un hotel cercano a la zona a la espera de noticias. 

“iCámpora va al gobierno, Perón va al poder!, expresó el líder en su vuelta al país. Foto: Archivo. “iCámpora va al gobierno, Perón va al poder!, expresó el líder en su vuelta al país. Foto: Archivo.

Sin embargo, Lanusse estaba dispuesto a obstaculizar los movimientos de Perón y evitaría a toda costa que se reúna con las personas que fueron a recibirlo. Con la excusa de que no podían garantizar su seguridad, se le informó que debía quedarse en el Hotel Internacional que estaba en el aeropuerto. 

Ante esta situación, José López Rega recomendó regresar a Europa. Enfurecido, Perón se negó: “Aunque sea tenemos que amagar que vamos a salir y que nos lo impidan, así queda claro para la gente que nos tienen encerrados”. En un intento por abandonar el hotel, los militares fueron alertados y soldados armados se desplegaron en la puerta.

Durante su estancia hasta el 14 de diciembre, Perón se reunió con líderes políticos, incluyendo a Ricardo Balbín, su mayor enemigo político. En un abrazo que pasó a la historia, que cerró cualquier grieta preexistente, ambos decidieron cooperar "para que los argentinos ganaran", prometiéndose mutuamente compartir el Gobierno. 

Un año después, el 23 de septiembre de 1973, en una jornada con alta participación ciudadana, la fórmula integrada por Juan Domingo Perón y su mujer, María Estela Martínez, se impuso de manera abrumadora en unas elecciones presidenciales convocadas tras la renuncia de Héctor Cámpora, a quien el General había designado como candidato presidencial en su retorno.

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