"Si estamos juntos somos mejores"

Lionel Messi, año 2023.

Por estas horas muchos, millones en el país atesoran historias minúsculas que tienen como protagonistas a argentinos y argentinas tratando de llegar al minuto cero del 2023 de la mejor manera.

En estos momentos se están viviendo todo tipo de escenas diferentes y parecidas a lo largo y a lo ancho de todo el territorio de la República Argentina, y también en el mundo, en aquellos hogares compuestos por lo menos por un argentino que por diferentes circunstancias no están en nuestro país, pero llevan nuestra impronta, nuestra marca registrada estén donde estén…

Es interesante ver cómo nos parecemos todos los que nacimos acá, aunque haya diversos tipologías, clasificaciones y subclasificaciones de argentinos y argentinas: los súper organizados que tienen pensado hasta el último detalle del encuentro que se dá en las fiestas de fin de año, o los que improvisan y tal vez a esta hora aunque tienen una idea más o menos desarrollada todavía no saben si van a terminar en la casa de aquella tía que hace un montón que no ven pero que en septiembre se la cruzaron y le prometieron ir en fin de año o si finalmente “la pasamos en lo de los viejos como todos los años”, están los que hacen todo a ultimo momento porque opinan que todo lo que surge natural y “que fluye” sale mejor que lo que está demasiado pensado… Tenemos de todo y para todos los gustos en la Argentina, en todos los aspectos. Así somos y así nos reconocemos.

Y así llegamos al final de un año difícil, muy difícil.
Con una pandemia que parece que se fue, pero de la cual aún tenemos que cuidarnos, con una economía que sigue castigando el bolsillo y los sueños de casi todos…

Con problemas colectivos no resueltos que afectan a millones: la falta de trabajo genuino y digno, los bajos sueldos frente a la inflación que tanto está costando combatir, la desigualdad, la falta de educación y oportunidades parejas para todos, la inseguridad, la droga, la disgregación de la familia, la violencia creciente en todos sus tipos, la incertidumbre, (la lista sigue)
Y lo peor de todo: “seguimos tropezando con la misma piedra que tantas veces nos ha derribado, que es la piedra de la división, de la grieta…”

Discutimos más con el de River o de Boca que con el hincha de equipos europeos… es más, hínchamos por cualquiera antes de ver ganar a otro equipo argentino poniendo por delante la rivalidad local al orgullo nacional…
Si lo llevamos a las arenas de la política parece que otro argentino por pertenecer o sólo por simpatizar con otro partido político diferente al de uno automáticamente se transforma en un enemigo y todo lo que dice, hace o piensa esta mal… y nos pasamos horas y horas en las redes insultando, denigrando, ninguneando, negando, anulando e intentando borrar o tapar las ideas del otro gritando más fuerte, como si la violencia y la ceguera negadora del otro alguna vez hubiese podido solucionar algo en la historia de la humanidad…
LA MALDITA Y FAMOSA GRIETA…

Pero: Sobre el final de este año, pasó algo hermoso, histórico, significativo, alentador, y espero Inspirador para toda nuestra sociedad:

Un grupo de muchachos de distintos barrios de la Argentina, con distintas historias, con diferentes vivencias, con diferentes ideas, con diferentes familias y tipos de educación, hinchas de diferentes clubes, seguramente con ideas políticas diferentes, practicantes o no de diferentes religiones, con distintas opiniones e ideas sobre un sin fin de cuestiones, se unieron detrás de un objetivo común, de un gran sueño colectivo donde no hubo un sólo resquicio para alimentar ninguna diferencia, un puñado de muchachos argentinos individualmente diferentes fueron uno para lograr: “PONER EN LO MÁS ALTO DEL MUNDO A LA REPÚBLICA ARGENTINA”.

Y no estuvieron solos, tuvieron 50 millones de cómplices sin diferencias ni grietas de ningún tipo que hicieron lo suyo: alentaron, cumpliendo 50 millones de cábalas o más, rezándole a Dios o al Diego (qué es prácticamente lo mismo), saltaron, soñaron, algunos durmieron poco, otros mucho, se tatuaron imágenes, compraron o consiguieron camisetas, se mostráron unidos detrás de ese objetivo sagrado en cada lugar, en cada rincón de la República.

Era fácil reconocer ese océano de voluntades: todos tenían o portaban los colores celeste y blanco. Ahí donde se movía algo celeste y blanco había un cómplice de este puñado de muchachos del que estoy hablando. Y donde se veía uno, al ratito había miles y el 18 de diciembre 6 millones…

Este último mes nos regalamos la mejor postal que podíamos regalarnos los argentinos: LA DE LA UNIDAD ABSOLUTA Y SIN GRIETAS DE NINGÚN TIPO…
El festejo por el logro obtenido por ese puñado de muchachos que nos representó a cada uno de nosotros fue una imagen absolutamente poética y reveladora de lo que somos capaces de lograr los argentinos unidos…

Por eso terminamos un año que fue difícil… con el dulce sabor de la esperanza…
Un puñado de muchachos nos mostraron el camino…

Un puñado de jóvenes de los barrios más diversos de la republica Argentina le mostraron al mundo que a pesar de todas las dificultades los Argentinos unidos somos capaces de las más grandes proezas.

Que el 2023 Dios nos ilumine a todos, que bendiga todos nuestros hogares.
Que este Año Nuevo nos permita terminar de darnos cuenta que somos hermanos de la misma causa, que a pesar de todas las diferencias nos parecemos mucho, que queremos lo mismo, que merecemos mucho más y que somos capaces de lograrlo…
Que este 2023 nos permita ser más hermanos que nunca…

Porque “SI ESTAMOS JUNTOS, SOMOS MEJORES E INVENCIBLES, COMO LIO, LA SCALONETA Y SUS GLADIADORES”

Feliz Año Nuevo Argentina!!!
Salud!!!