La Organización Mundial de la Salud señala que la migraña suele aparecer durante la pubertad y afecta principalmente al grupo comprendido entre los 35 y 45 años.
La migraña es una patología que afecta a 800 millones de personas en todo el mundo. Este tipo de cefalea intensa produce, en quien la padece, un fuerte dolor de un lado de la cabeza, el cual suele estar acompañado de náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz. Lo más llamativo de esta enfermedad, es que suele tener una preferencia en lo que respecta al género y los datos lo confirman: las mujeres tienen 3 veces más migrañas que los hombres.
El médico Néstor Quiñones (MN 103403) la define como “el dolor cefálico, agudo y repentino, generalmente precedido por algo que se llama aura”. Aunque a simple vista puede parecer inofensiva, la migraña tiene un trasfondo que va mucho más allá, ya que se trata de un desorden debilitante del sistema nervioso.
“La causa principal es la dilatación de las arterias cerebrales, generalmente a nivel medio del cerebro, por eso muchas veces lo sentimos como un dolor pulsátil”, de hecho, la sensación incómoda que se hace presente en la cabeza se debe a las “pulsaciones del hiperflujo sanguíneo del vaso al dilatar”, comentó el especialista.
La enfermedad, y los síntomas que ella acarrea, no solo afectan a la salud física de la persona, sino que también irrumpen en la vida social del paciente. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como una de las 20 enfermedades más incapacitantes del mundo.
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“El tema de que las mujeres tienen más episodios migrañosos que los hombres es real en cierto modo, Muchas veces las mujeres son las que más acuden a la consulta, entonces hay más registro, pero también hay un factor de tipo hormonal que también hace que los episodios de vasodilatación sean más radicales a nivel de la mujer”, dijo el médico.
Esta declaración da cuenta de que, en la aparición de esta enfermedad, tienen un rol importante dos tipos de hormonas: el estrógeno y la progesterona. Durante la infancia, periodo en donde no hay una gran actividad hormonal, tanto niños como niñas tienen la misma posibilidad de desarrollar migrañas. Pero este paradigma cambia por completo cuando se llega a la pubertad.
Durante la adolescencia, los niveles de estrógeno en las mujeres aumentan, incrementando el riesgo de sufrir de este tipo de cefalea. Los especialistas estiman que el 60% de las mujeres con migrañas experimentan migrañas menstruales, las cuales suelen aparecer en los días previos o durante la regla y tienden a ser más fuertes y persistentes.
Por su parte, en mujeres embarazadas la migraña suele hacerse presente durante el primer trimestre, disminuyendo con el pasar de los meses. Sin embargo, luego del parto, es probable que este malestar vuelva a aparecer como consecuencia de la reducción de los niveles hormonales.
De igual modo, esta discapacidad puede aumentar durante la perimenopausia, la fase previa a la menopausia. Las causas también se deben a la fluctuación de los niveles hormonales.
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La migraña con aura, también llamada migraña clásica, es un dolor de cabeza recurrente que aparece después o al mismo tiempo que los trastornos sensitivos llamados aura.
“La vasodilatación está perseguida por una vasoconstricción en la migraña clásica y, esa vasoconstricción, muchas veces, se puede manifestar con sensaciones de mareo y adormecimiento de algún miembro”, explicó Quiñones, y continuó: “cuando el vaso cerebral se contrae hay menos irrigación y puede haber algo que se llama aura”, lo cual da cuenta de que se aproxima el episodio.
Existen tres tipos fundamentales de aura: visual, sensitiva y del lenguaje. El aura visual es la más frecuente y produce en quien la padece diversos síntomas a los que hay que prestar atención:
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Dentro de las cefaleas primarias, los dos tipos más comunes son la tensional y la migraña. Como se mencionó anteriormente, las migrañas suelen provocar un dolor pulsátil y de intensidad moderada a severa, que generalmente afecta a un lado de la cabeza.
Su mayor prevalencia en las mujeres es un hecho ya que, de acuerdo con el médico “la migraña en el hombre suele ser más tensional, es decir, no sería una migraña en sí misma”. Quienes padecen este tipo de dolor de cabeza sienten como “una vincha que aprieta y arranca a nivel de la zona occipital”, comentó.
Generalmente, quienes poseen este tipo de “migraña” no requieren de atención médica dado a que el dolor es más fácil de controlar. Por el contrario, los casos de migraña suelen durar aproximadamente entre 4 y 72 horas. Además, generalmente está acompañada de sus característicos síntomas.
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El tratamiento varía según la causa de la migraña, motivo por el cual, en principio es necesario enumerar cuáles pueden ser los motivos por los que las personas pueden padecer esta molesta enfermedad.
Hay que destacar que los ataques de migraña pueden desencadenarse por cualquiera de las siguientes razones:
“La migraña clásica se trata con antimigrañosos que son en principio medicamentos tendientes a evitar esa vasodilatación” sostuvo el especialista. “Como droga patrón, droga madre, podemos nombrar la ergotamina con cafeína, una droga que evitan esa vasodilatación brusca”
“Hay pacientes que saben que son más propensos a la migraña ante estímulos sonoros, visuales, auditivos entonces se trata de evitar esos estímulos más que nada como preventivo”, concluyó Quiñones.
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Para ponerle punto final a la "grieta" que genera esta enfermedad, un equipo de la Universidad de Aarhus identificó a hombres y mujeres con migraña basándose en sus registros de prescripción de medicamentos y compararon su riesgo de sufrir un infarto de miocardio y un accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico antes de los 60 años frente al resto de la población.
Según los análisis, las personas con migraña tienen más riesgo de sufrir un ictus isquémico, pero además las mujeres pueden tener una posibilidad “ligeramente mayor” de padecer infarto de miocardio e ictus hemorrágico.
El ictus isquémico se produce cuando un coágulo sanguíneo bloquea o tapa totalmente un vaso del cerebro, lo que impide que la sangre fluya; sin embargo, el ictus hemorrágico se sufre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro.
En conclusión, los resultados dan cuenta de que el impacto de las migrañas es mayor en las mujeres. Es por eso que, si bien no hay "una cura efectiva", ante cualquier síntoma es recomendable acudir al médico para prevenir, de esta manera, daños mayores.
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