Su consumo en exceso representa un riesgo significativo para la salud, contribuyendo a enfermedades como la hipertensión y los problemas cardiovasculares.
Por Canal26
Viernes 23 de Agosto de 2024 - 20:05
En la era de los ultraprocesados, hay un ingrediente que predomina en la mayoría de los alimentos: la sal. Aunque no se tome consciencia al respecto, su uso excesivo pone en riesgo la salud y bienestar de las personas.
El exceso de sal es responsable de la hipertensión arterial en aproximadamente el 30% de las personas. Además, se la vincula con un mayor riesgo de cáncer de estómago, el empeoramiento del asma, la osteoporosis, la formación de cálculos renales, la insuficiencia renal y la obesidad.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el consumo excesivo de sal es un problema de salud pública mundial, ya que está estrechamente relacionado con enfermedades no transmisibles como la hipertensión, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Según la OMS, la ingesta diaria de sal no debería exceder los 5 gramos por persona, lo que equivale a una cucharadita, para reducir el riesgo de estas enfermedades. Sin embargo, el consumo se encuentra por encima de esta cifra, llegando incluso a ser tres veces mayor.
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La mayor parte del sodio presente en la alimentación proviene de alimentos procesados, como pan, cereales y granos procesados y ultraprocesados, carnes procesadas, quesos, snacks salados, salsas, aderezos y embutidos. Estos alimentos no solo tienen un alto contenido de sodio añadido para mejorar el sabor y prolongar su vida útil, sino que también forman parte de la dieta diaria de muchas personas en todo el mundo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos, aproximadamente el 40% del sodio que consumen los estadounidenses proviene de los siguientes alimentos:
La elección de alimentos frescos y naturales, junto con la reducción del consumo de alimentos procesados, puede ser una estrategia eficaz para controlar la ingesta de sodio y mejorar la salud en general.
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De acuerdo con este informe de la OMS, el talco prevé dos tipos de exposición: el primero, relacionado con los trabajadores de la industria de este producto, y el segundo, el de la población general. En cuanto a los trabajadores, el estudio reveló que estos se encuentran en contacto con el mineral durante la extracción, molienda o el proceso de producción del producto en sí, mientras que los consumidores están expuestos a sus riesgos por medio del uso de cosméticos y los polvos corporales que contienen este producto.
El artículo publicado en The Lancet Oncology explica que la decisión de la OMS de clasificar al talco como posiblemente cancerígeno como producto de la combinación entre los estudios parciales realizados en seres humanos para analizar el cáncer de ovarios, y las pruebas de laboratorios en animales, para así determinar que el mineral se encuentra en el segundo nivel más alto de probabilidades de causar cáncer.
Esto se debe a que los investigadores hallaron que las evidencias de cáncer de ovario son "limitadas", pero sí hay pruebas "suficientes" de generación de tumores en experimentos con animales, y "fuertes" de que el talco muestra características fundamentales de carcinógenos en células humanas primarias y sistemas experimentales. Además, la OMS mencionó otro riesgo que implica el talco, por su posible contaminación con asbestos, considerados cancerígenos, algo peligroso tanto para trabajadores durante la producción de sus derivados como para la población general.
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