Lobos mutantes en Chernobyl podrían haber desarrollado resistencia al cáncer: ¿son la clave de una futura vacuna?

Lobos que viven en Chernobyl. Foto: Reuters

Chernobyl es una ciudad que pertenecía a la ex Unión Soviética, actual territorio de Ucrania, y es inhabitable para los humanos debido a los altos niveles de radiación con los que cuenta. Se trata del lugar donde se registró el mayor desastre nuclear, cuando explotó un reactor en pleno funcionamiento.

Debido a esto, Chernobyl es una zona constantemente estudiada por los investigadores, quienes acaban de descubrir que los lobos que viven en el territorio están expuestos a más de 11,28 milirem de radiación cada día durante toda su vida, lo que significa más de seis veces el límite legal de seguridad para un ser humano.

Chernobyl, zona radiactiva. Foto: Reuters

“Un cachorro que nace en la zona de exclusión de Chernobyl, desde el primer día, está expuesto a la radiación del medio ambiente, y ese cachorro vivirá media década o más y, cada día, estará continuamente expuesto a esa radiación", explicó una científica.

Como si fuera poco, precisó que comen bisontes europeos que se alimentan con pasto y otra vegetación que fue infundida con radiación. “Sin embargo, sorprendentemente no desarrollaron cáncer; en cambio, la sangre de los lobos mostró patrones que se esperarían de una persona con cáncer”, comentó.

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¿Puede ser útil para encontrar la vacuna contra el cáncer?

El equipo encargado del estudio determinó que los lobos tienen sistemas inmunológicos alterados, con información genética que pareciera ser resistente a un mayor riesgo de cáncer.

“Si observamos la función de esos genes, veremos que todos están relacionados con algún aspecto de la biología del cáncer. Y la mayoría de esos genes tienen alguna función conocida en la inmunidad o en la respuesta inmune antitumoral”, aseguraron.

La histórica búsqueda por encontrar la vacuna contra el cáncer. Foto: Unsplash

Al comprender cómo la selección natural moldeó los organismos para que los lobos logren sobrevivir y reproducirse en medio de la constante radiación, "puede llevarnos a nuevos conocimientos para tratar esta terrible enfermedad”, dijo el científico líder de la investigación.

Aunque aclaró que es necesario realizar más investigaciones para confirmar qué está pasando con los cuerpos de los lobos, las señales apuntan a algunas posibles respuestas en la búsqueda de curas para el cáncer.