El estudio tiene como objetivo continuar con una línea de investigación iniciada hace ocho años que actualmente, por la guerra entre Rusia y Ucrania, no puede llevarse a cabo de forma directa en las inmediaciones de la central nuclear.
Por Canal26
Viernes 10 de Mayo de 2024 - 09:06
Científicos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) en el sur de España y de la Universidad de Oviedo en el norte del país llevaron a cabo un estudio en el que recrearon el desastre nuclear de Chernobyl en condiciones controladas de laboratorio.
El principal objetivo fue examinar los efectos, específicamente las consecuencias, de la radiación en la biodiversidad y determinar si la melanina, una sustancia natural, proporciona protección contra dichos efectos.
Este proyecto surgió como una continuación de investigaciones previas realizadas hace ocho años en Chernobyl, las cuales se vieron interrumpidas debido a la situación de conflicto en Ucrania. El enfoque se centró en comprender cómo la radiación afecta a anfibios y escarabajos, según informó la EBD-CSIC en un comunicado.
En 2016, el investigador Germán Orizaola de la Universidad de Oviedo comenzó a estudiar los efectos de la radioactividad en la rana arborícora oriental. Un año más tarde, Pablo Burraco, investigador de la EBD-CSIC, se unió al proyecto.
Después de tres años de investigación en esta zona, los resultados preliminares sugirieron que la radiación tenía pocos efectos visibles en las ranas, excepto en su coloración. Las ranas que habitaban cerca de la zona evacuada tras el desastre mostraban tonos más oscuros en comparación con las que vivían fuera de la zona afectada.
"Los resultados sugerían que la melanina los había protegido de la radiación ionizante que se libera en un accidente nuclear, de una forma similar que cuando nos protege de la radiación ultravioleta", detalló Orizaola. Sin embargo, para confirmar esta hipótesis, los investigadores decidieron reproducir el accidente nuclear en un entorno controlado.
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En los experimentos realizados en los laboratorios de la EBD-CSIC en Sevilla, España, se expusieron larvas de sapo de espuelas, una especie común en Doñana, a diferentes niveles de radiación. También se colaboró con el Centro Nacional de Aceleradores para llevar a cabo estas pruebas.
El estudio, que lleva más de un año en curso, observó a los sapos en cámaras climáticas bajo condiciones controladas para eliminar otros factores de influencia. "De momento tienen muy buen aspecto y prácticamente no hay diferencias de tamaño, pero estamos empezando a ver diferencias en la mortalidad", mencionó Burraco.
A la par, se inició otro experimento en la Universidad de Stirling en Escocia, financiado por el Consejo de Seguridad Nuclear, en el que se exponen ranas Xenopus a radiación de menor intensidad pero durante un periodo prolongado, simulando los diversos niveles de radiación presentes en Chernobyl en la actualidad.
Además, el equipo también prepara un tercer experimento con escarabajos en la Estación Biológica de Doñana, con el objetivo de investigar posibles efectos transgeneracionales y patrones de adaptación a la radiación, incluyendo el estudio de la recolonización del caballo de Przewalski.
"Chernobyl se ha convertido en un refugio de fauna espectacular. Tras el accidente nuclear, en torno a la central nuclear se creó una Zona de Exclusión de 4.700 km2 que se ha transformado, tras varias décadas sin apenas presencia humana, en todo un vergel de biodiversidad", destacó Orizaola.
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