Alberto Fernández presentó en redes sociales a Kaila, la nueva hija de su perro Dylan

El presidente Alberto Fernández y su nueva mascota. NA.

Dylan, el perro del presidente Alberto Fernández, ha sido padre otra vez, y la gente de comunicación que rodea al jefe de Estado hizo pública la noticia mediante las redes sociales que le armaron a la mascota. La nueva hija de Dylan se llama Kaila y fue muy bienvenida.

En julio de 2019 Dylan ya había sido padre de otros cuatro cachorros. Uno de ellos el Presidente se lo regaló a Gisele Fernández, hermana de Cristina Kirchner.

Dylan es un perro raza Collie que -como quedó claro este martes- también tiene su propia cuenta en Instagram, donde junta a más de 283 mil seguidores, en tanto que en Twitter ya suma más de 46 mil. Más de uno lo enviadrá. Su bio lo define como un “Collie nacional y popular” nacido en la localidad bonaerense de Pilar.

Vale recordar que el presidente bautizó con ese nombre a su perro en honor a Bob Dylan, su cantante preferrido. Su mascota aparece genralmente en reuniones informales de trabajo o entrevistas. Siempre es visto muy cerca del presidente, que también sube fotos a las redes sociales generalmente.

La raza del perro Dylan viene de Escocia, donde había sido utilizado durante siglos como perro pastor. Estos perros necesitan largas caminatas diariamente y mucho ejercicio al aire libre para mantenerlos sanos y felices. Estos perros son  muy eficaces para aprender nuevas órdenes y su entrenamiento debe ser suave. El Collie más famoso de todos los tiempos es Lassie.

Dylan también es el padre de Prócer, otro collie cachorro que es protagonista de las redes caninas y que se gana la atención de las personas que lo cruzan cuando salen a pasear. Su nombre es un homenaje al perro de la misma raza que salió en un capítulo de Los Simpson.

Mensaje en redes sociales.

En las redes sociales de la mascota suelen subir fotos de Dylan junto al presidente Alberto Fernández en varios momentos del día. La mayoría de ellas en las oficinas o parques de la Quinta de Olivos. Siempre con un toque de humor o -si se quiere- de ironía.

El Presidente ama a su perro, a quien siempre nombra y que considera como parte de su familia. Cuando vivía en Puerto Madero se lo solía ver paseando a su perro por las plazas cercanas. Desde que se mudó a Olivos el recorrido es la misma residencia.