Un equipo de investigadores encontró un renacuajo fósil bien conservado, revelando detalles clave sobre la evolución de los anuros y su ciclo de vida.
Por Canal26
Miércoles 30 de Octubre de 2024 - 19:36
Un equipo científico realizó un asombroso hallazgo: encontró un fósil de un renacuajo de hace aproximadamente 161 millones de años. Este descubrimiento, considerado el más antiguo hasta la fecha, proporciona información valiosa sobre la evolución de las ranas y los sapos.
La larva, que mide 16 centímetros, se encuentra "exquisitamente conservada", lo que permite a los investigadores analizar sus características y comprender mejor cómo cambiaron estos anfibios a lo largo de los años.
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Las ranas y los sapos, clasificados dentro del grupo de anfibios sin cola conocido como anuros, se distinguen por su ciclo vital bifásico. Este ciclo abarca una fase larvaria acuática, representada por los renacuajos, seguida de una fase adulta como ranas.
La transición entre estas dos etapas está marcada por un período metamórfico, durante el cual se producen cambios morfológicos y fisiológicos significativos que permiten a los anfibios adaptarse a su entorno.
A pesar de que el registro fósil muestra la presencia de ranas adultas desde el Triásico Tardío, hace aproximadamente entre 217 y 213 millones de años, los renacuajos más antiguos documentados pertenecen al Cretácico (hace unos 145 millones de años). Esta falta de evidencia sobre los renacuajos anteriores hace que sus orígenes y evolución temprana sean un misterio.
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Según los investigadores, este renacuajo fósil data del Jurásico Medio de la Patagonia, hace aproximadamente 168-161 millones de años. Las similitudes observadas entre este fósil y los renacuajos actuales sugieren que el ciclo de vida bifásico de este grupo de vertebrados fue exitoso a lo largo de la evolución.
"La exquisita conservación del esqueleto hiobranquial del renacuajo permite confirmar que se alimentaba por filtración, atrapando partículas de alimento del agua, un mecanismo ejecutado por la acción continua de una bomba bucal, tal como sucede en renacuajos de especies actuales", asegura Agustín Scanferla, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en Félix de Azara.
El estudio concluye que el ciclo de vida bifásico, caracterizado por una metamorfosis drástica, ya existía en los anuros hace aproximadamente 161 millones de años. Sin embargo, "para comprender la evolución del ciclo de vida de los anuros es fundamental realizar un estudio integral que contemple tanto la fase larval como la adulta", cierran los especialistas.
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