Se calcula que, cada año, unas 80.000 personas visitan el Parque nacional de Sagarmatha, en donde se encuentra el monte. Entre la basura, hay envoltorios, ropa, botellas, tanques de oxígeno, baterías o carpas que los visitantes dejan conscientemente atrás.
Cada vez es más común ver basura en el Everest, el pico más alto del mundo que simboliza el esfuerzo de todo aquel que alcanza su cima. Pero el aspecto más oculto es el dañino impacto ambiental que este turismo masivo genera.
Se calcula que, cada año, unas 80.000 personas visitan el Parque nacional de Sagarmatha, en donde se encuentra el monte Everest. Esto se traduce también en 200 toneladas de basura al año.
Esto incluye residuos orgánicos, plásticos, papeles, vidrios y muchos otros desechos que desbordan la capacidad de gestión de las comunidades locales. Por eso, en la urgencia de tomar medidas para cambiar esto y reducir el impacto, las tecnologías limpias se presentan como una vía fundamental.
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La llegada del turismo de masas a un lugar que hasta hace pocas décadas era un destino exclusivo para los alpinistas más experimentados, está dejando consecuencias en forma de residuos.
La otra dificultad que presenta la situación es que, a casi 8900 metros sobre el nivel del mar, la altitud y la orografía multiplican las dificultades a la hora de encontrar soluciones.
Una de las vías para encontrar soluciones a este problema es medir, gracias al uso de tecnologías avanzadas, la cantidad de basura actual para facilitar su recogida. De acuerdo con el reporte anual de la ONG local Sagarmatha Pollution Control Committee (SPCC), durante las expediciones de la primavera de 2022 a los montes Everest, Lhotse y Nuptse se gestionaron 44.713 kilogramos de residuos solamente en los campamentos base.
Entre esta basura, hay envoltorios de alimentos, piezas de ropa, botellas, tanques de oxígeno, baterías o tiendas de campaña que los visitantes dejan conscientemente atrás. A esto hay que sumar los propios restos orgánicos que se generan en cada jornada de escalada y que tienen un impacto en el ecosistema.
El rápido aumento del turismo es lo que más dificultades trajo para la adaptación de los sistemas de gestión de residuos a la demanda. En los últimos años, el Gobierno de Nepal llevó a cabo campañas de sensibilización y de limpieza, muchas organizadas por el SPCC.
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Frente a este creciente problema nació The NeverRest Project. Se trata de una iniciativa que combina la ingeniería y la tecnología para ofrecer soluciones sostenibles capaces de reducir el impacto del turismo en la montaña más alta del mundo.
“Es difícil saber con exactitud cuánta basura se acumula en el monte Everest, ya que, año tras año, la nieve la entierra. Y es importante recordar que el ‘boom’ de las expediciones al Everest comenzó ya en la década de 1980”, explicó Frédéric Kauffmann, fundador y CEO a Ecoticias.
“La zona más contaminada es la del campo 4 (que se encuentra a 7900 metros), ya que es prácticamente imposible recoger los residuos que se generan allí debido a su peligrosidad”, detalla.
“También hay otra problemática: el vertedero de Gorakshep, oculto a la vista, en donde se vierten la mayoría de las heces y la basura de las expediciones”, agrega.
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En 2023, esta organización presentó el primer Everest Sustainable Base Camp, basado en un conjunto de soluciones pioneras para revertir los problemas ambientales de la montaña en el lado nepalí. “Es el resultado de dos años de intenso trabajo con ingenieros internacionales y nepalíes, científicos ambientales y expertos en montañismo”, señala Kauffman.
Al igual que en tantas otras montañas del mundo, la acumulación de basura contamina las fuentes de agua y los ríos. Esto afecta a la vida salvaje, a los cultivos y a la salud de las comunidades locales. Una expedición al monte Everest en 2019 demostró que, también allí, las aguas y la nieve contienen restos de microplásticos, cuyo impacto en la salud humana está aún por conocer.
El proyecto abarca diferentes categorías de acciones que buscan mejorar desde la gestión de recursos hasta la concienciación. “Para nosotros, la tecnología es crucial, ya que nos permite recopilar datos y utilizarlos para tomar decisiones más precisas”, señala el CEO de ‘The NeverRest Project‘.
“Por ejemplo, nuestro proyecto incluye un prototipo de análisis topográfico exhaustivo del área del campo base del Everest, que nos permite analizar desde la distribución del territorio de los operadores de expediciones hasta la evolución del glaciar Khumbu, entre otros parámetros”, explica.
Entre las soluciones que propone ‘The NeverRest Project‘, destacan desde un urinario portátil hasta un glaciar artificial.
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