Dilema en México: qué hacer con las 7 millones de toneladas de basura plástica

Contaminación en México. Foto: Gentilieza Contralinea.

En el mundo, cada minuto 500.000 millones de bolsas son utilizadas y casi un millón de envases de bebidas son vendidos. Estos materiales terminan en su mayoría en los océanos. En México se producen cerca de 44,6 millones de toneladas de residuos urbanos de los cuales siete millones son plásticos que terminan en la basura en el mejor de los casos, o contaminando los ecosistemas.  

Las estadísticas y estudios sobre el tema señalan que promover la reutilización de esos materiales puede mejorar el impacto que tiene en los ecosistemas, pero enmascara una triste realidad, y es que una fracción muy pequeña del plástico que usamos a nivel mundial se recicla, menos de 8% del total. El resto colapsa en la naturaleza y daña nuestra salud.  

Es así que Ornela Garelli, de Greenpeace México, sostuvo en diálogo con El País, que si más del 90% de los plásticos no se reciclan, no puede esperarse que esa práctica sea la solución.  

El tiempo que un plástico tardará en degradarse puede variar desde “desde los 450 años hasta la eternidad, en muchos casos jamás desaparecerá”, asegura.  Además, más del 40% del plástico de baja densidad de material se usa una sola vez y se tira. Una investigación asegura que para el 2050 casi todas las especies de aves marinas comerán plástico.  

Te puede interesar:

Estados Unidos: Trump aseguró que sigue en pie su intención de bombardear cárteles de narcotráfico en México

¿Cuál es la solución? 

La salución más viable que ven los especialistas es el reciclaje y aprovechamiento de materiales. Como expresa Jaime Torres, director de comunicación y miembro de una asociación sin fines de lucro, “la solución más viable contra la contaminación plástica es el reciclaje y el aprovechamiento de materiales, mantener su valor en la industria. Que un material se mantenga útil por el mayor tiempo posible, que una botella vuelva a ser otra nueva como parte del ciclo de la economía circular”.  

“Desde la organización creemos que el problema es tan grande que no se puede delegar exclusivamente en un lado. La industria tiene parte de responsabilidad y debe apostar por el ecodiseño que favorezca el reciclaje, así como reducir los plásticos innecesarios, pero los consumidores debemos hacer nuestra parte”, defiende Torres. 

Sin embargo, como adelantamos, hay otra postura. Para Garelli, el reciclaje no es la forma ya que “no hace cambiar los modelos de negocio”. “La única forma para acabar con la contaminación de los espacios es la reducción de la producción de plástico, que no ha parado de crecer”, indican quienes defienden esta postura.