La primera planta se encuentra en la ciudad de Santa Cruz, aunque esperan abrir otra también en El Alto, cerca de La Paz.
Por Canal26
Miércoles 27 de Marzo de 2024 - 11:27
Bolivia busca dejar de depender de la importación de combustible, por lo que instaló su primera planta de producción de biodiésel en los predios de la refinería Guillermo Elder Bell, Santa Cruz, la ciudad más poblada y el motor económico del país. En la inauguración estuvieron presentes el presidente boliviano, Luis Arce, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, así como el presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
El dinero que gasta Bolivia en importar combustibles solo en 2023 demandó unos 3.000 millones de dólares. Por este motivo, Arce anunció en la inauguración que este paso adelante "es un día histórico para el país" porque el país entró "a la era de la industrialización de los biocombustibles".
Además, el mandatario defendió que este es "el único camino" para que Bolivia deje de depender las compras de afuera. Según Arce, "lo más fácil" habría sido aumentar el precio interno del diésel y la gasolina, que actualmente se venden con valores subvencionados, pero afirmó que su Gobierno "siempre" cuidará "el bolsillo de los más humildes y los más pobres", por lo que prefirió ir la producción de biocombustibles.
También destacó que darán créditos estatales con solo un 0,5% de intereses para empujar a la producción agrícola para que se destine preferiblemente como materia prima para los biocombustibles.
En este marco, el ministro Molina dijo que la planta tendrá una capacidad de producción de 1.500 barriles diarios. Además detalló que el combustible se podrá hacer tanto con aceites vegetales como con un "aditivo importante" y "ecológico" proveniente del reciclaje de aceites comestibles utilizados en residencias o restaurantes.
Según datos oficiales, la fábrica tiene 34 tanques con una capacidad total de 6,4 millones de litros para recepción y 3,1 millones de litros para despacho de combustible.
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En la ciudad de El Alto, cercana a La Paz, se construye una planta parecida que entrará en funcionamiento a fin de año, donde se espera que haya otra instalación de aceites vegetales "hidrotratados" o HVO que se prevé poner en funciones en 2025.
Con la producción de las tres plantas, el Gobierno espera sustituir la importación de combustibles hasta un 48%. Bolivia registra actualmente un decrecimiento de la producción de líquidos en los campos petroleros y gasíferos, por lo que necesita importar combustibles.
Para este año, se estima un gasto de 24.666 millones de bolivianos (unos 3.543 millones de dólares) solo para la compra de gasolina y diésel. En este marco, estos carburantes se venden en el mercado interno a costos subvencionados, pero que en 2023 superó los 1.800 millones de dólares.
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