Basura plástica: las playas de Bélgica padecen la huella ambiental que deja el turismo

Los especialistas advirtieron que si no se intensifican los esfuerzos globales, para el año 2050 podría haber más kilos de plástico en los océanos que peces, un escenario que pondría en peligro la biodiversidad marina.

Por Canal26

Jueves 22 de Agosto de 2024 - 13:11

Reciclaje; plástico; botella. Foto: Unsplash. Los microplásticos tienen la capacidad de absorber contaminantes tóxicos. Foto: Unsplash.

El verano suele ser sinónimo de descanso y diversión en la playa, pero en Bélgica, un día soleado dejó una preocupante huella ambiental. Un video mostró el impacto devastador que la afluencia masiva de visitantes puede tener en el entorno costero.

Al final de la jornada, colaboradores y trabajadores ambientales se encargaron de la recolección de residuos, juntando un aproximado de 4.000 litros de basura plástica, compuesta principalmente por botellas PET (polietileno tereftalato) y latas.

Basura en una playa de Bélgica. Video: X.

Sin embargo, este caso no es aislado. Otro sitio costero del litoral belga enfrentó una situación similar, lo que encendió las alarmas entre los grupos ambientalistas tras considerarlo un punto crítico de contaminación. Por este motivo, realizaron un llamamiento internacional para adoptar un Tratado Global legalmente vinculante contra la basura plástica. 

Estos residuos no solo afean el paisaje, sino que también amenazan con llegar al mar, sumándose a las toneladas de plástico que ya contaminan los océanos. Se estima que en el mar Mediterráneo, medio millón de toneladas de residuos plásticos se vierten anualmente, poniendo en peligro a cientos de especies marinas y, eventualmente, a la salud humana.

Suciedad en una playa de Bélgica. Foto: Twitter. Suciedad en una playa de Bélgica. Foto: Twitter.

Frente a este creciente desafío, la Unión Europea tomó medidas para frenar la acumulación de desechos plásticos en el mar. Desde junio, todas las botellas plásticas deben incluir un sistema de fijación en sus tapas, una iniciativa que busca reducir la dispersión de microplásticos.

Sin embargo, los especialistas advirtieron que si no se intensifican los esfuerzos globales, para el año 2050 podría haber más kilos de plástico en los océanos que peces, un escenario que pondría en peligro la biodiversidad marina y el equilibrio ecológico del planeta.

Reciclaje; plástico; botella. Foto: Unsplash.La comunidad científica y las organizaciones medioambientales lanzaron repetidos llamados de alerta sobre el impacto de los plásticos. Foto: Unsplash.

Contaminación en Nueva Delhi, India. Foto: EFE.

Te puede interesar:

Respiro para Nueva Delhi: la calidad del aire vuelve a ser “moderada” tras dos meses sofocantes

¿Cómo afecta la contaminación a los animales marinos?

Durante las últimas dos décadas, la comunidad científica y las organizaciones medioambientales lanzaron repetidos llamados de alerta sobre el impacto devastador que los plásticos están teniendo en la vida marina. Diversos estudios demostraron que los macroplásticos, como las bolsas, redes de pesca y botellas, representan un grave peligro.  

Estos fragmentos, que miden más de 25 mm, son claramente visibles a simple vista y suponen un riesgo de enredo, asfixia, estrangulamiento y malnutrición para muchas especies.

Encontrá más vídeos

Los microplásticos, diminutos fragmentos de menos de 5 mm, están cada vez más presentes en los océanos y representan un peligro igual o incluso mayor. Al ser tan pequeños, son ingeridos por una amplia gama de organismos marinos, desde el plancton hasta grandes peces y mamíferos. 

Pero su impacto no termina ahí: los microplásticos tienen la capacidad de absorber contaminantes tóxicos, es decir, atraer y retener sustancias químicas en su superficie. Durante el proceso, estos contaminantes pueden liberarse nuevamente en el ambiente marino, exacerbando el riesgo para los ecosistemas.

Los plásticos, una vez desechados, se fragmentan en piezas más pequeñas y pueden permanecer en el medio ambiente durante cientos de años. Durante este tiempo, continúan afectando a la fauna marina de múltiples formas, desde la ingestión accidental hasta la introducción de sustancias químicas nocivas en la cadena alimentaria.

Notas relacionadas