Aumento de los casos de dengue: ¿cuál es la relación entre la enfermedad y el cambio climático?

Dengue, mosquito. Foto: Reuters

Hay alerta a nivel global por el aumento de casos de dengue, la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de la población mundial tiene riesgo de contraer esta enfermedad y el calentamiento global podría empeorar la situación.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que en el 2023 se registraron más de 4,1 millones de personas infectadas con dengue solo en América Latina, siendo este el pico más alto de los últimos 40 años. Pero ¿cuál sería la relación entre el dengue y el cambio climático?

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Según la OMS, el cambio climático, la deforestación y la urbanización son los principales factores que contribuyen al aumento de contagios de esta enfermedad. El aumento de la temperatura media ayuda a que las áreas donde el mosquito pueda reproducirse y vivir se extiendan aún más ya que aumentan las precipitaciones, la humedad y con ello se crean las condiciones necesarias para su ciclo de vida. Incluso, pueden hacerles frente a las sequías, picando a más humanos para obtener más sangre y así evitar la deshidratación.

El dengue es una enfermedad tropical y subtropical que afecta, especialmente, a las áreas urbanas y semiurbanas durante las temporadas con altas temperaturas ya que se reproducen en recipientes con agua estancada y el calor les proporciona los lugares ideales para poner sus huevos.

Dengue, mosquito. Foto: Télam

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Los factores ambientales que contribuyen a la propagación del dengue

La OPS reveló que el 2023 fue el año se registraron más casos de dengue en Latinoamérica, provocando que la situación ascienda a riesgo alto y grave como consecuencia de ciertos aspectos ambientales que se volvieron críticos:

• Riesgo continuo de propagación: esto ocurre a raíz de los elevados movimientos poblacionales y proximidad a los centros urbanos y sus periferias que suelen ser lugares de bajos ingresos.
  
  
• Factores ambientales y sociales: las altas temperaturas, la humedad, el crecimiento demográfico y la globalización son algunos de los factores que ayudan a su propagación.
  
  
• El fenómeno de El Niño y el cambio climático: el aumento de la temperatura media global y los cambios en los patrones de lluvia generan que los criaderos de mosquitos se incrementen, modificando y expandiendo su dinámica de transmisión.
  
  
• Cambios en los serotipos que circulan y la co-circulación de varios serotipos de dengue: al ser difícil de diagnosticar por tener síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades, la posibilidad de desarrollar dengue grave e, incluso, la muerte se incrementa.
  
  
• Falta de participación y educación de la población: la prevención es la clave fundamental para evitar la propagación del mosquito y el contagio de la enfermedad, por lo que mantener a la ciudadanía informada sobre cómo hacerlo sería la clave.

Dengue. Foto: Reuters

Entre los síntomas más comunes se encuentran la fiebre elevada, dolores intensos de cabeza y musculares, dolor detrás de los ojos, náuseas y vómitos, sarpullido y agendamiento de ganglios, es por ello que ante la presencia de cualquiera de estos signos se debe acudir al médico para ser diagnosticados y evitar que la enfermedad se agrave.