El continente helado es el 80% de las fuentes de agua dulce en todo el planeta. Sin embargo, los glaciares están experimentando fuertes transformaciones.
Por Canal26
Domingo 23 de Abril de 2023 - 14:10
Deshielo de glaciares en la Antártida. Foto: Reuters.
Las olas de calor que vivimos en el último verano no caen como un rayo en el cielo sereno. Las consecuencias son terribles y evidentes. Los glaciares están viviendo el derretimiento más acelerado de los últimos años. Uno de los ejemplos emblemáticos es el deshielo de la Antártida que es la reserva de agua dulce más importante, representando el 80% del planeta.
El Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos (Nsidc, según sus siglas en inglés) reveló que el hielo del mar que rodea al continente disminuyó llegando a 1,91 millones de kilómetros cuadrados, siendo este su mínimo histórico en 45 años. Además, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) avisó que el hielo marino llegó a su segundo nivel más bajo en la historia, con un 28 % menos de masa que el promedio.
"La concentración de gases de efecto invernadero ha ido en aumento por la actividad humana tras la Revolución Industrial, lo que ha acelerado el proceso de deshielo en la Antártida más allá de las tasas normales que ocurrían desde el final del último periodo glacial, hace 20.000 años", explicó a la agencia de noticias EFE el glaciólogo del Instituto Nacional Antártico Chileno (Inach) Ricardo Jaña. Este continente tiene unos 14.000 kilómetros cuadrados de superficie terrestre, y está cubierto casi por completo por hielo de un espesor promedio de 1.900 metros. En invierno, se duplica la superficie congelada con el hielo marino que se configura en el océano.
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El cambio climático causa en los glaciares su mayor perdida de masa en medio siglo
El Departamento Meteorológico de Chile (Meteochile) registró la subida de dos grados celsius mayores al promedio de los últimos 50 años de la Antártida. Los profesionales en el tema alertan que el aumento de las temperaturas se combina con varios factores que se retroalimentan y aceleran el cambio climático de la Antártida: las precipitaciones cada vez más habituales en forma de lluvia deterioran el hielo y, al contar con menos hielo sobre el mar, el océano absorbe mayor radiación solar, calentándose más rápido.
Deshielo en la Antártida. Foto: Reuters.
El caso del glaciar Thwaites es uno de los puntos más críticos de esta situación. Esta gran masa de hielo que se posa sobre un lecho rocoso por debajo del nivel del mar, sufre un calentamiento por debajo de ella. Se estima que este glaciar podría colapsar si retrocede por detrás de un determinado umbral, ya que abandonaría sus principales enganches hacia el continente. De esta manera, podría destruirse en pocos meses, como informa un estudio publicado por 'Nature Geoscience' el año pasado. Además, detallaron que un posible colapso del Thwaites aumentaría el nivel del mar y podría "amenazar comunidades costeras y ecosistemas" en todo el globo.
Glaciar Thwaites en la Antártida. Foto: archivo.
En consecuencia, Jaña indicó que "las corrientes antárticas son grandes cintas transportadoras de frío que fluyen hacia los trópicos y enfrían el resto del planeta". Además, explicó que si las gotas de esas corrientes se calientan y corren lentamente "van a perder capacidad de enfriar y provocarán un calentamiento en todo el mundo". "Tenemos evidencias obvias de que el deshielo se está acelerando, pero el futuro aún es incierto", finalizó.
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