Joe Biden, presidente de Estados Unidos. Foto: Reuters.
Por Manuel Castro
Tardó 64 días en presentarse ante la prensa, algo que otros presidentes hicieron mucho antes. Tal vez a su edad su ritmo sea muy diferente del de la política. Salvo que es el presidente de la hasta ahora primera potencia mundial. El ritmo lo señala la geopolítica, deberían recordárselo.
La verdad, pensé que nunca iba a haber conferencia de prensa alguna. El comportamiento de Biden y de la administración demócrata ha sido muy errático, y eso que aún no llegó a los primeros cien días. Es verdad ha dado entrevistas a medios amigos. En la última se ganó un enemigo, Vladímir Putin. Tiene otro, China.
En esta, su primera conferencia de prensa, no estuvo todo el periodismo, todo muy controlado. Peter Doocy de la cadena Fox no pudo entrar en la Sala Este de la Casa Blanca. Pero sí tuiteó algo muy interesante y muy gracioso, sino fuera trágico, por tratarse de quien se trata.
Parece ser que alguien le gritó a Biden: ¿Cómo se está preparando para su conferencia de prensa? A lo que Biden contestó, ¿Qué conferencia de prensa?
Las cámaras tomaron primeros planos del atril del lado de Biden donde se pudo ver que tenía las fotos y ubicación de todos los periodistas presentes, además las preguntas se las enviaron de antemano. ¿Estos periodistas pertenecen a los mismos medios que por mucho menos hubieran atacado salvajemente a otros presidentes? ¿O es que la profesión periodística está muerta en los EE.UU?
La cara de Bien nada decía, dio la impresión de estar asustado, dudó, tuvo que buscar ayuda en anotaciones que además tardó en encontrar. Biden tuvo un desempeño mediocre, lejos de las conferencias de Trump, Obama, Clinton, o Reagan solo para mencionar algunos.
Las malas lenguas dicen que estuvo quince días preparando este encuentro. Aparte de esto, ¿se fijó alguien en sus ojos, en su mirada? Las preguntas fueron suaves y las repreguntas inexistentes.
Si, hizo hincapié en el filibusterismo; algo que quiere quitar para que la política demócrata se establezca sin oposición. La misma acción filibustera que su propio partido usó cuando le convino.
Algo podrido huele en los Estados Unidos.
Casi se me pasa, no expliqué para quien no conozca que es ser un filibustero en el Senado de los Estados Unidos.
Es una táctica que se usa para dilatar o bloquear un proyecto de ley. Esto solo se puede hacer en el Senado. El senador en cuestión puede hablar todo el tiempo que quiera. Filibustero es un término español que se usa en el inglés, para este ardid para dilatar algo para que no salga. Se usa este término desde 1850.
Es una especie de acción pirata. No entraré en detalles porque se hace demasiado largo. A los piratas además de piratas se los llama filibusteros, hermanos de la costa, corsarios, todo dependiendo de ciertos detalles relativos a su trabajo, que ya dije que no iba a explicar.
Ahora bien, de la crisis con los inmigrantes ilegales en la frontera sur, ni palabra. Es más, no están dejando entrar a la prensa para que informe. ¿Sigue siendo Estados Unidos el país de la libertad?
¿Desde cuándo no se puede informar?
De todas formas se han filtrado imágenes de los inmigrantes durmiendo en el suelo. Hay tráfico de personas. Los carteles y los coyotes están aplaudiendo a Biden hasta con los cantos del trasero. Hacia el final de marzo llegarán a 17.000 menores caminando solos hacia la frontera con Tejas y como decía son tratados como animales en los mismos lugares donde fueron alojados durante la administración Trump y en la de Obama.
Como ahora los menores no son devueltos están llegando por miles. Con todo el riesgo que ello conlleva para con ellos. Algunos ya han sufrido vejámenes.
Biden abrió la boca y ya no sabe cómo pararla. Jen Psakis, la secretaria de prensa no sabe que contestar a las preguntas. Habría que aclararle a esa señora que contestar con evasivas no es contestar.
Biden dijo que no iba a disculparse por haber puesto fin a las políticas de inmigración de Trump.
Hablando de Trump, el ex presidente habló después de la descafeinada conferencia de prensa de Biden diciendo que lo que está haciendo el actual mandatario es indignante. Hasta un legislador demócrata de apellido Cuéllar (hispano) filtró imágenes de instalaciones saturadas de ilegales. Lo mismo hizo el senador Ted Cruz.
Según algunos estudios se cree que unos 42 millones de personas de la América Hispana tienen intenciones de ir a vivir a los Estados Unidos.
Tal vez el que le pueda dar una mano en este tema a Biden sea López Obrador. Pero el presidente mejicano ya le contestó: “no somos colonia, no aceptamos visitas de supervisión; si no somos colonia no somos protectorado”.
Parece ser que AMLO se llevaba mejor con Trump. Pero si Méjico no controla sus fronteras sur y norte, los Estados Unidos tendrán un problema constante.
Para solucionar esta cuestión Biden designó a Kamala Harris (la vicepresidente que a veces Biden llama presidente), la misma que cuando se le preguntó sobre los problemas de la frontera se rió a carcajadas. Fue hace unos días atrás.
Hay una nefasta nube roja que se cierne sobre el mundo. Esperaré hasta el día 101 para saber hacia dónde va Biden, para desenterrar el hacha. Espero que él lo sepa.
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